El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. En el patio delantero de la casa de los Namikaze, Kushina y Masumi disfrutaban de una tarde tranquila. Kushina había extendido una manta sobre el césped, y sobre ella, Masumi jugaba con sus juguetes, riendo y balbuceando felizmente.
Kushina observaba a su hija con una sonrisa de orgullo y amor. Masumi, con su cabello blanco y ojos azules intensos, era la viva imagen de la inocencia y la alegría a sus 10 meses de nacida. Cada pequeño movimiento y sonido que hacía llenaba el corazón de Kushina de una felicidad indescriptible.
De repente, se escuchó el sonido de la puerta abriéndose y la voz familiar de Minato resonó en el aire.
—¡Ya llegué! —anunció Minato con entusiasmo.
Masumi levantó la cabeza al escuchar la voz de su padre y una sonrisa radiante iluminó su rostro. Con un esfuerzo torpe pero decidido, se apoyó en el suelo y se levantó, tambaleándose ligeramente.
—¡Papi! —exclamó Masumi, dando sus primeros pasos hacia Minato.
Kushina, sorprendida y emocionada, observó cómo su hija daba esos pequeños pasos con torpeza. Minato, con los ojos llenos de asombro y orgullo, se agachó para recibir a Masumi.
—Princesa, lo estás haciendo genial —murmura Minato, extendiendo los brazos hacia ella.
Pero lo que ocurrió a continuación dejó a todos boquiabiertos. Masumi, en lugar de dirigirse hacia Minato, giró su atención hacia Kakashi, que estaba de pie junto a Minato, observando la escena con una mezcla de sorpresa y ternura.
—¡Kashi! —balbuceó Masumi, aplaudiendo con entusiasmo mientras se dirigía torpemente hacia Kakashi.
Kakashi, visiblemente conmovido, se agachó para recibir a la pequeña. Masumi, con una sonrisa de oreja a oreja, se lanzó a los brazos de Kakashi, quien la recibió con una risa suave.
—Parece que tienes una nueva admiradora, Kakashi —dijo Minato, riendo mientras se levantaba.
Kushina, que había estado observando todo con una sonrisa, soltó una carcajada escandalosa.
—¡Oh, esto es demasiado adorable-ttebane! —exclamó Kushina, acercándose a los tres.
Kakashi, con Masumi en brazos, se volvió hacia Minato y Kushina, sonriendo detrás de su máscara.
—Parece que creces demasiado rápido, Masumi —dijo Kakashi, acariciando suavemente el cabello de la pequeña.
Masumi, feliz en los brazos de Kakashi, balbuceó contenta, disfrutando de la atención y el cariño de todos. Minato y Kushina intercambiaron una mirada llena de amor y orgullo, sabiendo que estos momentos eran los que realmente importaban.
—Vamos adentro, la cena está lista —dijo Kushina, tomando la mano de Minato.
—Sí, vamos —asintió Minato, colocando una mano en el hombro de Kakashi—. Y tú, Kakashi, eres parte de la familia, así que no hay excusas para no venir a cenar.
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Princesa Suiton ||Itachi Uchiha||
FanfictionMasumi perdió a sus padres a la temprana edad de dos años, un vacío que dejó una herida profunda en su corazón. La ausencia de sus padres era un dolor constante, pero en medio de esa oscuridad, siempre tuvo a una figura protectora que la cuidó como...