🌼~~~~~~04: Celos de un padre primerizo~~~~~~

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El tiempo había pasado demasiado rápido

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El tiempo había pasado demasiado rápido. Masumi, con poco más de un año y medio, se había convertido en la princesa de papá. Minato la consentía en todo lo que podía, y Kakashi, a quien Masumi había comenzado a llamar "Kakashi-nii", porque lo veía como su hermano mayor, también la mimaba. Aunque Kushina también la consentía, sabía que debía poner límites para que Masumi no se convirtiera en una niña malcriada y caprichuda.

Era una mañana tranquila y soleada cuando Minato decidió llevar a Masumi al parque para pasar un rato de juego juntos, mientras Kushina se quedaba en casa. Masumi, con una brocheta de dangos en mano, caminaba de la mano de su padre, hablando alegremente.

Fue cuestión de poco tiempo para que a la niña se le soltara la lengua y se volviera una cotorra.

—Papi, ¿vamos a los columpios? —preguntó Masumi, mirando a Minato con una sonrisa.

—Claro, princesa. Vamos a los columpios —respondió Minato, sonriendo mientras la guiaba hacia el área de juegos.

Masumi se subió al columpio y Minato comenzó a empujarla suavemente, disfrutando de las risas de su hija. La mañana transcurría de manera tranquila y feliz, hasta que Minato notó que un niño se acercaba a Masumi con una flor en la mano.

El niño, con una sonrisa tímida, le ofreció la flor a Masumi.

—Para ti —dijo el niño, extendiendo la flor hacia ella.

Masumi, con una sonrisa radiante, tomó la flor y la olió.

—¡Gracias! —dijo Masumi, emocionada.

Minato observaba la escena con una mezcla de diversión y sorpresa. Sin embargo, su diversión se desvaneció rápidamente cuando escuchó a un par de señoras que estaban sentadas en un banco cercano.

—Mira, hacen una bonita pareja, ¿no crees? —comentó uno de las señoras.

—Sí, son adorables juntos —respondió la otra.

Los celos de padre protector se hicieron visibles en Minato. Aunque no dijo nada, se acercó a Masumi con una sonrisa forzada.

—Masumi, mamá nos está esperando para almorzar. Es hora de irnos —dijo Minato, tomando la mano de su hija.

Masumi miró a su padre y luego al niño, que parecía un poco decepcionado.

—Adiós, amigo —dijo Masumi, agitando la mano mientras Minato la guiaba fuera del parque.

Mientras caminaban de regreso a casa, Minato no pudo evitar sentirse un poco celoso. Sabía que era irracional, pero no podía evitarlo. Masumi era su pequeña princesa, y la idea de que algún día pudiera interesarse en alguien más lo llenaba de una mezcla de orgullo y preocupación.

—Papi, ¿por qué nos fuimos tan rápido? —preguntó Masumi, mirando a Minato con curiosidad.

Minato sonrió y se agachó para estar a la altura de su hija.

Princesa Suiton ||Itachi Uchiha||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora