—¡Kakashi-nii! ¡Kakashi-nii! —canta la peli blanca, su voz resonando en el aire matutino mientras sus ojos brillaban con emoción.
La pequeña Masumi, corría de la puerta de su casa hasta el portón del patio una y otra vez, sus pequeños pies descalzos golpeando el suelo con entusiasmo. Su corazón latía con fuerza, lleno de anticipación. Hoy era el día en que su querido hermano mayor le enseñaría a controlar y canalizar su chakra para que pudiera caminar sobre el agua.
—Mi hermanito vendrá —sigue cantando Masumi—. ¡Kakashi-nii va a venir!
Katura observaba a la niña con una sonrisa indulgente desde el interior. Aunque la energía de Masumi era contagiosa, también sabía que debía tener cuidado. La niña había estado corriendo sin parar y casi se había caído un par de veces.
—Masumi-chan, ven aquí un momento —llamó Katura con una voz cálida pero firme.
Masumi se detuvo en seco y corrió hacia Katura, sus mejillas sonrosadas por el esfuerzo.
—¿Sí, Katura-san? —preguntó, mirando a la mujer mayor con ojos curiosos.
—Tienes que tener más cuidado, pequeña. No quiero que te lastimes antes de que Kakashi llegue —dijo Katura, acariciando suavemente el cabello de Masumi.
—Lo siento, Katura-san. Es que estoy muy emocionada —respondió Masumi, bajando la mirada por un momento antes de volver a sonreír.
Katura asintió y le dio un suave empujón hacia la puerta.
—Está bien, solo ten cuidado, ¿de acuerdo?
Masumi asintió vigorosamente y fue hasta la escalera que llevaba al segundo piso. Se sentó en los primeros escalones, balanceando sus piernas mientras esperaba pacientemente. Los minutos pasaban lentamente, pero finalmente, la figura familiar de Kakashi apareció en la distancia.
—¡Kakashi-nii! —gritó Masumi, levantándose de un salto y corriendo hacia él.
Kakashi, con su cabello plateado y su máscara característica, sonrió detrás de su cubierta facial al ver a su hermanita correr hacia él, se agachó para recibirla. Sin embargo, su expresión se tornó seria cuando recordó la razón por la que estaba allí.
—Masumi, tengo que hablar contigo —dijo Kakashi.
—¿Vamos al lago ahora? —preguntó, su voz llena de esperanza.
Kakashi suspiró y negó con la cabeza.
—Lo siento, Masumi. No podré llevarte al lago hoy. Tengo una misión importante.
La sonrisa de Masumi se desvaneció instantáneamente, sus ojos se llenaron de lágrimas y su labio inferior tembló.
—¡Pero me lo prometiste! —protestó, en un arrebato de frustración, se removió de los brazos del peligris y se sentó en el suelo con los brazos cruzados, dándole la espalda a Kakashi y a Katura—. ¡No es justo!
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Princesa Suiton ||Itachi Uchiha||
FanficMasumi perdió a sus padres a la temprana edad de dos años, un vacío que dejó una herida profunda en su corazón. La ausencia de sus padres era un dolor constante, pero en medio de esa oscuridad, siempre tuvo a una figura protectora que la cuidó como...