Parte 19-Deja de hacer esto

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NARRA MARTÍN

-Bueno Martín, pues esto va viento en popa- me dijo Luis mi fisio al flexionar ligeramente la rodilla.Era el primer día que acababa la sesión entera y sin complicaciones -yo creo que incluso te vas a recuperar algo antes.

-¿Podre volver antes tambien?-pregunté iluminado. Eran las mejores noticias que había escuchado en mucho tiempo.

-Poco a poco ¿vale? no queremos precipitarnos..después de todo es una lesión seria-me recordó el fisio y solo asentí con una mueca- pero bueno, quizá en una semana ya podemos hacer algo con balón, pero con mucha calma.

Sabía que lo decía para animarme, porque ni de lejos pesaba poder salir al campo a entrenar con balón.En la última resonancia, mis ligamentos aun seguían tocados, por lo que aunque quisiera autoconvencerme de que la cosa podría ir más rápido de lo que pensaba, no iba a ser así.

-Venga, que tu puedes con esto y más-me volvió animar Luís- te dejo, que sino no llego al busEl equipo se marchaba esta mañana para jugar el primer partido fuera de casa, y la osa se me estaba haciendo más difícil de lo que pensaba, pero tampoco tuve tiempo de pensarlo mucho, al ver la hora en el reloj.

-Joder, ¿tan tarde es ya?- me levante de la camilla y me fui directo a darme una ducha rápida.

Había quedado en ir a recoger a Lucas a casa para llevarlo al entreno. Había perdido la cuenta de las veces que había ido a recogerlo o llevarlo a casa estos días, pero por suerte, como mi coche era automático, podía conducir y me  simplificaba bastante tener que ir a buscar al niño.

Lucas y Sara vivían a las afueras de Barcelona, en un barrio residencial, para nada agradable, pero al menos ya tenía más de lo que tuve yo de pequeño con Sara, un techo y una casa "decente".No como la mía, que estaba rodeada de drogatas y gente de la noche.

Cuando paré el coche frente a la entrada del edificio, Lucas ya me esperaba sentado en los escalones de la entrada

-Llegas tarde-refunfuñó subiendo al coche.

-Tenía fisio, no he podido llegar antes- me disculpé-y literalmente llego 10 minutos tarde, así que no seas así.

-Ale nunca llega tarde, siempre llega antes- siguió cruzándose de brazos mientras se sentaba en el asiento del coche.

-Ya, pero Ale no podía venir por razones obvias ¿recuerdas el plan?- Lucas no respondió y miró por la ventanilla, por lo que decidí dejarlo estar pesando que se le pasaría. A veces tenía esos momentos de cabreo, que siempre se le acababan pasando solos.

Habíamos pasado un par de semanas juntos a raíz de nuestro trato de Ale. Sí, aunque me costó convencerlo, al final no era tan rencoroso como yo y aceptó ayudarme, siempre añadiendo un par de condiciones más a nuestro trato. No solo tenía que ir a verlo entrenar, sino que además, recogerlo en casa cuando Ale no pudiera, invitarlo a cenar y llevarlo al cine una vez a la semana.

Al principio me pareció todo desmesurado, porque eso implicaba pasar más tiempo con el niño, y menos centrado en lo que de verdad quería. Recuperar a Ale. Pero tampoco tenia otra opción.Los consejos de papa no servían,Pedro tampoco sabía que decirme que pasaba con Ale, ni si quiera mama lograba sacar a Ale de su burbuja. Lucas era mi mejor opción, aunque me cabreara.

Y tenía que admitir que el niño no era tan insoportable como pesaba. Se parecía a mi en muchas cosas, además... había descubierto que a el tampoco le caía bien Sara.

-Oye venga, que solo han sido 10 minutos Lucas. Ya me he disculpado- le dije al ver que seguía sin abrir la boca. No quería empezar así el día, porque hoy era importante y necesitaba que estuviera centrado. Esta noche le había preparado una encerrona a Ale.Iba a invitarla a cenar a casa.Mi padre tampoco iba a estar porque dormía con todo el equipo fuera por el partido, así que casi una semana después, sentía que era el momento de dar ese pequeño paso.

Ours II  Pequeña Casualidad II  Ale & MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora