Ours II Pequeña Casualidad II Ale & Martin

Parte 9-No más mentiras

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NARRA MARTÍN

Ale me había perdonado, o al menos a medias, porque yo notaba que no estaba como siempre conmigo. Tampoco podía presionarla mucho más, al menos me dejaba acercarme a ella, besarla y acariciarla. Ya era un avance, aunque no pensaba parar hasta que me perdonara del todo.

Llevábamos ya un par de días así. Después de nuestra conversación en su cuarto lo "arreglamos" y volvimos con el resto, bajo la atenta mirada de todos, y en especial de Marc.Ahora tenía más claro que nunca que el muy desgraciado quería robarme a mi chica, y no pensaba permitirlo.

Ale era mía. Pensaba pasarme el resto de mi vida con ella, y ningún gilipollas con aires de grandeza me la iba quitar. Suficientes cosas pasamos los dos como para ahora acabar mal por culpa de el.

Hoy era el último día de Marc y estos en Tenerife, y me moría de ganas de que se fueran ya y poder disfrutar de tiempo de calidad con mi novia. Solo estorbaban, ofreciendo planes absurdos todo el tiempo, que solo me impedían pasar tiempo con Ale.

Cuando ellos se fueran, pasaríamos un par de días solos los hermanos, y luego tiempo con Mama y el resto de la familia de Ale, más mi padre, que también vendría a aprovechar unos días libres.

El plan estaba genial, era más o menos lo que hacíamos todos los años y me gustaba, solo que esta vez me quedé sin mi tiempo con Ale y eso me mosqueaba bastante.

Y tanto pensar en ella, no tardó en aparecer por la puerta con mi camiseta del barça puesta, que solo tapaba parte de su culo. Estaba espectacular como siempre, se me caía la baba al mirarla..y no era el único, porque como era de esperar el resto del grupo también se quedó mirándola.Como si fuera un trocito de carne.La repasaron de arriba a bajo sin ningún tipo de vergüenza.

-Los ojos donde pueda verlos- les indiqué a mis compañeros de equipo.

-Ojalá tener a una que le quede tan bien mi camiseta..- murmuro Leo.

-Cuidado que es mi hermana- les recordó Pedro.

-Tu hermana que está para mojar pan.. mira el culito que me trae..como me pondría que llevara mi camiseta así.

-¿Qué acabo de decir? -resoplé - sino quiero verlo tampoco quiero oíros.

Antes de que acabara la frase, Ale pasó frente a todos y se acomodó en mis piernas ignorándo al resto. Anoche nos quedamos haciendo guarradas hasta las tantas, aprovechando que el resto se había ido a tomar algo y a nosotros nos daba igual. Y es que por muchas veces que lo hiciéramos, nunca me cansada y siempre quería más..aunque hoy estuviera algo reventado.

-Hola, hola- canturreó apoyando la espalda en mi pecho.

Pasé mis brazos por su cintura y la apreté contra mi cuerpo con ansia, dejando un beso en su cuello.

-Hola guapetona, ya te echaba de menos.

-Pero si me acabas de ver literalmente hace 5 minutos- se burlo ella un poco- aprende a vivir sin mi Paez.

-No puedo. Te necesito.

-Ñoño

-Guapa

-Feo

-Buenorra-bajé la mano hasta su culo y le di un ligero apretón en el culo, haciendo que ella saltara dando un pequeño grito.

-Martín.. no me provoques..

-¿O qué?

Nuestro momento de tonterias fue interrumpido por Pablo, que soltó un sonoro resoplido y se lanzó al agua de la piscina. Las cosas no estaban del todo bien con el. Aun no había querido solucionar su "problema" y solo retrasaba algo que de un momento a otro iba a explotar. Ale y Pedro empezaban a estar preocupados por el, al igual que yo.