Parte 4 -¿No me vas a saludar bien?

916 113 126
                                    

Recordad dejar estrellita y comentad <3

NARRA MARTÍN

Debía de ser una broma.

No podía ser verdad, no. Me negaba a pensar que fuera real y menos aun con el.

Con la persona con la que siempre tuve esa pequeña rivalidad por el cariño de mi padre. El estúpido Mario, ya me quitó a mi padre en su momento, no me podía quitar también a mi Ale. 

Mario y yo fuimos compañeros de equipo cuando ambos estábamos en La Masia. Así fue como Gavi conoció a Sandra su mama, con la que llevaba, o al menos hasta hacia unos días porque ahora había roto, saliendo casi 10 años, aunque nunca dieron el paso de casarse. 

Siempre me sentí muy incomodo con toda esa situación y fue en parte por Mario. Por el fui perdiendo la poca relación que tenía con mi padre.

El siempre quería ser el hijo perfecto, el "favorito", el que perseguía a Gavi por toda la casa para preguntarle que hacer en el siguiente partido, el que hacia cualquier cosa para unir más a su madre con mi padre, mientras que yo.. bueno poco a poco me sentí más desplazado y con ello, mucho más unido a Alex y a Pedri. Ellos dos me dieron la estabilidad que mi padre no me dio de pequeño. A Alex y a Pedri les debía todo lo que conseguí los años siguientes en el futbol. Cuando mi padre no estaba, estaba Pedri, el me enseñaba, tenía la paciencia para entrenar conmigo y gracias a el ingresé en el primer equipo, al contrario que Mario. Llegó a entrenar algunas veces con el primer equipo, pero no debutó y al final acabó cedido a Las Palmas y pensé que ya me había deshecho de el. 

Mario y Ale a penas coincidieron un par de veces en reuniones familiares a las que Gavi traía a Sandra. Nunca formó parte de mi grupo de amigos, porque Pedro tampoco lo aguantaba, y ahora.. joder ¿Qué posibilidad había que Mario y Ale coincidieran en Tenerife? ¿Tan unidos estaban como para traerlo a casa? Ale nunca había traído a ningún chico a casa... y si había traído a Mario.. quizá quería decir que eran algo más que amigos. 

Perdido en mis pensamientos, parpadeé varias veces deseando que esto fuera un sueño. Que me despertara y aun quedaran varios días para que mi Ale volviera a Barcelona, pero no fue así. 

Mario siguió apretando a Ale contra su cuerpo y ella ... bueno, ella forzó una sonrisa, mientras intentaba separarse de su agarre. Se notaba que no estaba del todo cómoda tampoco, menos mal.

Me quedé parado sin saber que decir o actuar y menos mal que tenía a Pablo al lado para darme un empujón y salir de mi trance, aunque no fui el único sorprendido. La cara de Pedro también lo decía todo. Muy pocas veces había visto a mi hermanito pequeño enfadado o molesto. Casi nunca sacaba el carácter que tenía escondido bajo todas esas capas de niño bueno, pero ahora.. bueno, ahora mismo no dudó en dar un paso y estirar el brazo de su hermana para apartarlo de Mario. Cosa que agradecí mucho, porque si por mi fuera habría acabado dándole un puñetazo.

Pedro abrazó a Ale con fuerza y la levantó un poquito por los aires. 

-Como te he echado de menos..

-Yo también, mucho...Pedro, mucho, mucho-respondió Ale hundiéndose aun más en su pecho.

-Promete que no te vas a ir.. no quiero que te vuelvas a ir, me arrepiento mucho de haberte aconsejado irte- siguió Pedro y sus palabras me sentaron como un jarrón de agua fría. Así que Pedro había sido quien le metió la idea a Ale de irse de Barcelona. Genial. Incluso mi hermanito pequeño me fastidiaba sin saberlo. 

-Ya veremos..que tengo mucho que contarte- suspiró Ale.

-Espero que no tenga que ver con ese..-Pedro fulminó con la mirada a Mario, que seguía super sonriente hablando con Pedri- porque de todos con los que.. podrías tener algo ese es un gilipollas. 

Ours II  Pequeña Casualidad II  Ale & MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora