Narrador omniscienteEl hospital tenía un ambiente frío y estéril, como si cualquier emoción fuera absorbida por las paredes blancas y las luces fluorescentes.
Aiden estaba sentado junto a la cama de su madre. La respiración débil de ella llenaba la habitación, pero parecía el único sonido que importaba. Su cabeza estaba inclinada, sus manos descansaban entrelazadas sobre sus piernas mientras miraba al suelo, perdido entre sus pensamientos.
Había logrado pagar el tratamiento, pero el precio había sido demasiado alto. Ashlyn. Desde el momento en que la vio desaparecer tras las puertas de la mansión, una sobra lo seguía a donde fuera. Una sensación de impotencia y culpa lo carcomían. No había vuelto a saber de ella, y su única forma de escape estaba tras esas mismas paredes de lujo que ahora la aprisionaban.
Aiden se removió en la silla, el crujido de cuero rompió el silencio momentáneamente. La preocupación por Ashlyn era constante, pero en este momento, su madre requería toda su atención. El sonido rítmico de las máquinas que la mantenían estable llenaba el cuarto, y cada vez que lo escuchaba, Aiden no podía evitar sentir una mezcla de alivio y angustia.
Los recuerdos de los últimos seis meses, de cómo Ashlyn había formado parte de su vida y de los demás, volvían una y otra vez. Ella había dejado una huella que no podía borrar.
La puerta de la habitación se abrió lentamente, y Aiden levantó la vista. Taylor fue la primera en entrar, seguida de Tyler, Logan y Ben, todos con expresiones cargadas de preocupación.
—Aiden —murmuró Taylor suavemente —¿Cómo está tu mamá?
—Mejor, pero sigue débil —respondió Aiden, su voz áspera por la falta de descanso.
Taylor se acercó a la cama, mirando con empatía a la mujer que yacía en ella. Tyler y Logan tomaron asiento cerca de Aiden, mientras Ben se mantuvo de pie en un rincón de la habitación.
Después de unos segundos de silencio incómodo, Logan hablo, ajustando sus lentes.
—¿Y Ashlyn? ¿Has tenido noticias de ella?
La pregunta que Aiden había estado temiendo. Su mandíbula se tensó, y cerró los ojos por un momento, intentando controlar la oleada de emociones que le invadía cada vez que pensaba en ella.
—No. No sé nada de ella desde que se entregó —admitió, finalmente, su voz quebrándose levemente al final.
Taylor se mordió el labio, claramente afectada. Habían compartido tanto con Ashlyn en los últimos meses que su ausencia pesaba enormemente. Los días que habían pasado juntos ya parecían tan lejanos, pero ninguno de ellos había olvidado a la chica pelirroja que había traído un soplo de aire fresco a sus vidas. En especial Aiden.
—Es extraño... —dijo Tyler, cruzando los brazos —ella nunca habría aceptado quedarse encerrada así, ni por ti ni por nadie.
Aiden no pudo evitar soltar una amarga carcajada.
—Eso lo sé. Pero lo hizo... y lo hizo por mí. —Murmuró, la culpa era visible en su rostro.
Ben, que había permanecido en silencio hasta ese momento, dio un paso adelante.
—Ella tomó su decisión, Aiden. Y tú no puedes cargar con todo. Sé que no es fácil, pero por ahora, lo más importante es tu madre.
Aunque Ben tenía razón, Aiden no podía sacudirse la sensación de que había fallado. No solo a Ashlyn, sino a sí mismo. Sabía que ella quería escapar de la presión que su familia le imponía. Y, sin embargo, no había hecho nada para detenerla.
Taylor suspiró, mirando a los demás antes de hablar.
—Vamos a encontrar una forma de ayudarla. Ashlyn no puede quedarse en ese lugar para siempre.
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Do you love me?-Aidlyn
FanfictionAshlyn, una chica de familia millonaria, escapa de casa por la presión que recibe. Aiden, un chico que sobrevive a punta de robos, que encuentra diversion en jugar con la gente. Estos dos se encuentran y se ayudan mutuamente a encontrarse a si mismo...