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No toque el tema cuando la vi en el almuerzo mientras reía, en cambio, me senté frente a ella y nuestro pequeño grupo formado por Owen, Jerry y yo.

En nuestro pequeño espacio donde nosotros teníamos libertad, confianza, sin miedo a mostrarnos tal y como somos.

Entonces Ophelia empezó a mostrar esa parte que solo yo había visto, esa esencia suya que la hacía especial, una risa exagerada, comía sin delicadeza.

- estás mirándola mucho - bromeaba con Owen, al notar que miraba a Silvia embobado.

Sus ojos se encogían y brillaban cuando reía, pero aun para mí era una persona cualquiera, aún no era ella, la persona que se ilumina entre una gran multitud.

- ¡Este aro es tan grande que queda perfecto como un anillo en mi pene! - dijo Aidán levantando un aro de plástico, recuerdo que lo encontró entre la basura, debió ser alguna pieza de tuberías o algo así.

Un gran grupo rio a carcajadas, del chiste de Aidán

- eso no es gracioso, ¡oigan! - grito Aurora, mientras aplaudía, las risas cesaron.

Todo hubiera terminado ahí, pero su mirada se concentró en Ophelia
-¿eso te da risa? - la cuestionó, de un chiste que no buscaba ser lógico y solo buscaba ser ridículo, pero mencionó a un "pene" suficiente para ser considerado vulgar.

Todos miraron a Ophelia esperando su reacción, agachó su cabeza y tomó su sopa, solo así Aurora la ignoro.

Extraño, no era la única, sin embargo, se dirigió a ella, solo se reía, no hizo nada más, Ophelia se ríe de todo.


...

Después de almorzar hubo una hora de clases, cuando termino fui a buscarla, la
encontré en balcón asomado mirando a todos jugar en el patio,

- A Aurora le molesta mucho mi forma de ser - dijo se voltea a verme

- ¿como sabes que estoy aquí? - caminé hasta ella.

- Moviste la puerta - recordé que había empujado la puerta, y sonreí, hasta que recordé lo que había dicho.

- ¿por qué le molestaría eso a Aurora?

- soy mujer, que vivió su infancia en un orfanato de católicas. Debo dar ejemplo, además me considera la mayor.

-¿Por qué?

- Tengo más tiempo, además de tener 16 años -estiró su cuerpo mientras daba un bostezo.

- Quiero cumplir 20 para poder irme.

- ¿No extrañarás a nadie?

- todos son conocidos, he visto como se van muchos niños adoptados, es difícil que te adopten... Cuando eres un adolescente.

Sin sentir dolor, respondió sin mirarme, pero aun así supe que su corazón se rompía en pedazos, con la forma pasiva en la que hablaba y el tono bajo de su voz.
No dije palabras, no sabía qué decir, pero quería consolarla, así que solo acaricie su espalda.

ahora, no me dejes ir 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora