ahora, no me dejes ir 🔞

13

-¡Hora de un descanso! - gritó mi manger.
Al fin. Estaba agotado y
tenía hambre. Toque mi estómago mientras veía los bocados de la mesa cual me vendría mejor.
Luego de un rato me decidí por un helado muy bien decorado, con sus chispas y capas de colores. Al tenerlo en mis manos y empecé a mesclarlos. Todos en la sala posaron su atención en mi , completamente asqueados. Les parecía repugnante, aunque para mi seguía siendo un helado.

- ¡Oh, amigo!, ¿ que hiciste? - me miró Billy mientras me sentaba enfrente de él comiendo el helado, arrugaba sus cejas y apretaba sus labios, no podía creer que comía mi helado.

- ¿Se ve asqueroso, verdad Dayan? - Adrian dice en vos alta, tenía los ojos rasgados y cafés, sus labios rosados, un cabello rojo como las hojas caídas de otoño , sin duda una mujer muy bonita.

-¿ Eres la traductora? - Alcé mi voz.

-¡ Disculpa! , me llamo Dayan su traductora por estos días, en un futuro no tan lejano me convertire en suvicepresidenta, jefa creativa y también manger , no habia encontré el momento indicado para presentarme además no quería interrumpir, por eso es que tardé mucho tiempo en hacerlo - se acerca con una sonrisa cálida, como la de un gatito.

- Sí, escuché que iban a ver cambiós ahora que la empresa está creciendo - Adrian comentó.

- Te ves muy joven, qué edad tienes - hice otra pregunta.

- Veinticiete - el cálido sonido de su voz me hizo recordar a los acordes del piano, su nota era "si" la más fina y larga, muy difícil de alcanzar,
- ¿ y tú ? - pregunto después escondiendo su cabello detrás de sus mejillas.

- Veintitres - respondí con una lijera risa.

- Pareces mayor -me guiño el ojo derecho, su brillante cabello me hizo sentir la necesidad de tocarlo.

.......

Una de las cosas que hacía Ophelia interesante era sus pasatiempo favoritos, no hablo de ver porno y ser pervertida, si no de aquellos en los que se pasaba horas en el techo con los ojos cerrados escuchando música, en la espera del atardecer.

Gracias a ella pude notar la belleza natural que tenía el mundo. Un día simplemente me senté con ella en silencio a mirar al cielo para admirar como el sol lentamente decendia y daba sus últimos rayos de luz ,

- Qué hermoso es , ¿cierto? - abrió sus ojos mientras veía al frente, agache mi cabeza y asentí.

- Soy la única que a notado este hermoso paisaje, así que decidí hacerlo mio - sonreía mientras abrazaba sus piernas.

La briza del viento soplo cerca de mi rostro, el árbol a nuestra derecha movió sus hojas

- Escribí un poema - sacó una pequeña libreta de su bolsillo.

- En realidad es mi diario, quiero ser un personaje histórico algún día, cuando muera quiero que todos sepan que yo estuve aquí - se puso de pie mientras reía, sus ojos brillavan como los de un ángel.