Sanji guardó en su cartera el dinero que recibió de Nami para abastecer el barco. Había cosas que tenía que hacer, una de ellas era averiguar dónde encontrar un lugar para el pequeño, la segunda, comprar cigarrillos, la tercera ordenar sus ideas.
Se quedó mirando la ciudad mientras oía a la navegante a lo lejos dar indicaciones a los mugiwaras; Chopper y Brook se quedarían en el Sunny para cuidarlo y vigilar al bebé, Luffy ya estaba probablemente metido en algún problema, mientras que el resto iría a explorar la isla conscientes de no meterse en grandes problemas.
A Sanji le parecía bien, no era muy distinto de las paradas anteriores.
-Zoro...- dijo Nami cortando el ambiente silencioso con su voz.
Sanji habría jurado que el marimo ya estaría perdido por la isla.
- Tengo una tarea para ti...- continuó Nami, mientras el cocinero comenzaba a caminar alejándose lentamente del Sunny.- Ayuda a Sanji-kun a traer los suministros. No puede cargar con todo el solo.
-¿eh?- gruñeron los dos a la vez.
Uno por angustia y el otro por ansiedad. Ninguno de los dos lo sabía pero en sus cabezas se repitieron las mismas dos palabras
"Oh, no".
De inmediato Sanji reaccionó por puro impulso a mirar a su hermosa Nami-swan y aclarándose la garganta trató de detener esa orden lo más rápido posible. Lo menos que quería ahora era estar con el marimo. No, no y no, por ningún motivo podía respirar el mismo aire que el cabeza de césped justo ahora.
-Querida Nami, está todo bien, yo puedo ir y traer todo yo solo.
Mentira.
Zoro le miró directo a los ojos, estaba claro que no podía estar diciendo la verdad, todos sabían que quedaba casi nada de comida y que Luffy comía como por 100 personas cada día. Además el espadachín miró la mano del cocinero, aun estaba vendada, sabía que ya podía usarla pero ¿y si... ¿se le infecta de nuevo?
-Está bien- respondió mientras le sostenía la mirada al rizado. - le puedo ayudar...
-En serio no tiene que hacerlo-Sanji se lo decía a Nami pero miraba al alga con patas.
-Dejen los dos de ser tan idiotas y vayan a hacer las compras o haré que corra sangre en este barco-les amenazó Nami.
Ambos tragaron saliva pesadamente y asintieron.
Ambos hombres sabían que Nami no les mentía con esa amenaza.
Zoro y Sanji suspiraron resignados de tener que compartir el mismo espacio. A Zoro le complicaba estar cerca del cocinero en estos momentos, todo lo que le habían dicho, tanto Usopp como Nami y Luffy lo tenían con los nervios a flor de piel, mientras que Sanji había tenido una conversación bastante preocupante con Robin que ahora estaba rumiando en su cabeza y lo tenía visiblemente ansioso.
Se notó aún más cuando encendió un cigarrillo.
Zoro sabía que cuando el cocinero mierdoso encendía un cigarrillo era por que estaba nervioso o ansioso, su dependencia al tabaco lo mataría un día, aunque para el espadachín siempre había sido un placer culpable ver esos largos dedos sosteniendo un cigarrillo.
¿Debía decirle al ero-cook que no le buscaría pelea y se portaría bien con él? ¿sería extraño si lo decía en voz alta? comenzó a ensayar en su cabeza como decirlo sin sonar como un tonto, sin dejarse en evidencia ni ponerse demasiado nervioso o al menos no hasta el punto donde el tendría que fumarse un cigarrillo para calmarse.
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Lo que encontramos: Llegar a un acuerdo o matarnos.
FanfictionZoro y Sanji encontraron un bebé abandonado en una isla destruida, Sanji quiere ayudar al pequeño como sea, pero Zoro como vicecapitán considera que ese bebé es una amenaza para la tripulación insistiendo en que deberían abandonarlo o deshacerse de...