El Hielo es muy fino en tu corazón

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Zoro siguió con la mirada a Sanji que se adentraba más y más en aquella cueva construida únicamente de hielo, solo después de unos segundos reinició el funcionamiento normal de su sistema nervioso para darse cuenta de que lo había perdido de vista.

Solo habían sido dos segundos.

Apuró el paso tratando de encontrar al cocinero pero luego de unos minutos se dio cuenta que no había absolutamente nadie. ¿Se habría perdido en línea recta de nuevo? y más importante ¿cómo? y aún más importante ¿Lo de recién había sido un rechazo o un "esperé un momento"? Porque claro, además de estar perdido en sentido espacial, ahora también lo estaba en el sentido emocional.

Instintivamente posó su mano en la wado, buscando respuestas talladas en el hielo. Zoro no podía evitar preguntarse ahora si todo lo que había dicho estaba mal, si no debió escuchar ni a Nami, ni a Usopp, ni a Luffy y ahora estaba pagando las consecuencias de ello.

Dios, por que esto es tan difícil.

Zoro se pasó las manos por la cara y luego miró a su alrededor, adelante el camino se ensanchaba y el hielo se veía más brilloso, por lo que creyó que el cocinero estaría más adelante.

Sanji se quedó de pie, el hielo se había oscurecido notablemente por lo cual la visibilidad había disminuido también. Descuidadamente dio un paso atrás y comentó sin mirar:

-Oye musgo, creo que deberíamos...

Cuando volteó a ver; nada, no había marimo. Sanji se golpeó en la cara. ¿No me digas que se perdió en línea recta?

No se lo podía creer, es decir, una cueva en recto, seguir cabello rubio ¿cuál era la parte difícil de todo eso? Sanji ya no sabía si quería llorar, reir, enfadarse o perder toda esperanza. Lo que le preocupó más fue cuando se dio cuenta que el camino detrás de él estaba muy oscuro y que delante de él también lo estaba.

Le pareció raro. Juraba que al entrar la cueva no se veía tan oscura por dentro o quizás solo había sido un efecto de los rayos del sol. Suspiró y encima el estupido marimo que se perdía en recto, sus amigos y el bebé perdido y la temperatura había empezado a bajar.

Es broma.

De verdad, bajo de sopetón.

Una vibración hizo que el hielo comenzara a sacudirse muy lentamente, junto con eso, un sonido que comenzó a volverse muy desagradable, como uñas rascando una pizarra, como un den den mushi mal conectado al altoparlante, como una foca dando a luz.

Un sonido tan desagradable que atravesó la cabeza de Sanji haciendo que cayera de rodillas y se agarrara la cabeza con fuerza debido al estrés que producía, tan fuerte que tuvo que cerrar sus ojos porque sentía que podía atravesarlo por todo su cuerpo.

La cueva se sacudió suavemente con lo cual el espadachín se sintió en alerta, fue un movimiento tan suave, pero tan llamativo que Zoro no pudo evitar preguntarse si eso era acaso una mala señal. Decidió seguir adelante manteniendo una actitud segura, había entrado allí con el cocinero, así que no podía haber desaparecido así como así. Mientras más se adentraba más sentía que esto estaba mal, no solo el lugar donde se habían ido a meter, si no que también todas las cosas que había dicho y hecho, comenzó a sentirse culpable, cosa común en él, a cuestionarse a sí mismo. Lo único de lo que no se arrepentía era de haber dicho al cocinero lo que sentía.

El problema era que el rizado no parecía sentirse igual.

Sanji se detuvo en seco cuando vio una enorme pared de hielo que le cortaba el paso, supuso que si el marimo estaba desorientado más atrás y en línea recta tendría que llegar allí en algún momento. Así que decidió sentarse a esperar, pero no moría de frío, con abrigo y todo, sentía que la baja temperatura atravesaba su ropa y deseaba estar en otro lugar, uno calentito y agradable.

"Soy policía"

Sanji se sobresaltó y se levantó listo para patear a alguien en la cara, pero lo único que se encontró fue la pared de hielo y a un sujeto detrás de ella que se veía exactamente como Zoro pero con ropa que no se parecía a nada que conociera. Se le quedó viendo en silencio ¿Que hacía el marimo allí dentro? ¿Y qué era qué?

"Soy estilista, trabajo allí en el 10mo piso"

Se vio a sí mismo hablando con el Zoro policía, parecía feliz.

¿Cómo?

La escena se cortó y el cocinero sintió un pequeño dejo de pánico en su ser. ¿Sería que se había quedado dormido con el frío y estaba muriendo?

La pared volvió a iluminarse, era como estar viendo pedazos de una película muy rara.

"Este es Luffy, este es Usopp y esta bruja es Nami"

"¿Por qué la llamas bruja? Es muy linda"

"Porque lo es"

"En fin, te los presento porque son mi familia... y es importante para mí que los conozcas"

"Zoro nos dijo que cocinas muy bien ¿Podemos ser amigos?"

"¡Luffy!"

Sanji sonrió, no sabía que estaba viendo, pero le dio tanta envidia verse tan feliz y darse cuenta de que este marimo, de esta imagen le quería, pero de verdad.

Pero quién había dicho que el marimo de su realidad no le quería.

Pero, no estaba entendiendo del todo ¿Que era esto? ¿Una realidad alternativa?

"Si te pidiera que viviéramos juntos, ¿te mudarías a mí casa?

Sanji se sintió avergonzado porque era él quien se lo estaba pidiendo. Para que avergonzarse, si era él Sanji de otro lugar y otro momento.

"Y si te pidiera que te casaras conmigo ¿Aceptarías?"

Se preguntó a sí mismo si él realmente pediría una cosa así a Zoro si las cosas fueran diferentes entre ellos. Si desde un principio su encuentro hubiera sido diferente. Si Zoro fuera diferente.

No, él quería al Zoro de su realidad pero también le alegraba saber que en otro mundo estar juntos parecía tan fácil.

"Si acepto la adopción ¿Me seguirás amando como siempre?

"Siempre te amare, sin importar que"

Al cocinero se le apretó el corazón, quizás era esa la sensación que Zoro tenía y él no acababa de entender. 

Lo que encontramos: Llegar a un acuerdo o matarnos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora