Capítulo 1

3.2K 159 12
                                    

By Chihiro

-Chihiro... No me olvides... -Di media vuelta cuando lo escuché hablar, pero no pude reconocer al chico que estaba frente a mí.

-¿Quién eres? -Traté de acercarme a él, pero su cuerpo aún se veía borroso.

-Por favor... -Podía sentir toda esa tristeza que llevaba consigo. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. ¿De quién era esa voz? Me sonaba familiar pero... ¿podría ser...?

-¿Haku? Haku, ¿eres tú, verdad?

-Chihiro, te estaré esperando.

-Pero Haku...


-Chihiro. Hija, levántate. -Sentí a alguien sacudirme por encima de las sábanas y me quejé sin abrir los ojos. -Vamos, ya amaneció. Levántate, tienes clase en 30 minutos.

Me quité las sábanas de la cabeza y me senté en la cama, frotándome los ojos con la manga de la polera que usaba para dormir.

-¿Clase? -Dije quitándome el cabello del rostro.

-El desayuno está en la mesa, apresúrate. -Eso significaba que... sólo había sido un sueño.

7 am. Me puse mi uniforme, una pollera tablada color beige y un saco color azul marino con una camisa blanca por debajo. Bajé las escaleras algo desanimada y pensativa, ¿qué significaba ese sueño? Habían pasado 8 largos años desde que no veía a Haku, tampoco sabía nada de mis amigos del otro mundo, y admito que había dejado de pensar en ello desde hace un tiempo, entonces... ¿por qué ahora?

Aquella vez que salí del túnel, después de haber logrado que Yubaba liberara a mis padres, decidí que lo mejor que podía hacer era olvidarme de aquello y hacer de cuenta como que nada había pasado. Mis padres no recordaron nada de lo sucedido y yo traté de hacer lo mismo. Sabía que no llegaría a ningún lado recordando un mundo al que no pertenezco, pero no podía negar que los días que pasé en ese lugar me hicieron madurar mucho más de lo que jamás podría haber hecho en mi propio mundo. Era un lugar especial para mí y... admito que me gustaría tener la posibilidad de volver algún día.

-Buenos días mamá.-Ella estaba dándome la espalda, mientras terminaba de lavar los platos sucios.

-Buenos días Chihiro.

Todas las mañanas desayunábamos juntos, pero esa mañana el desayuno estaba sólo para mí.

-¿No van a desayunar?-Se volteó secándose las manos con un trapo.

-Tu padre tuvo una emergencia en el trabajo y tuvo que irse más temprano. Anda, termina tu desayuno y ve a la escuela, estoy muy atareada con tu fiesta.

Mis padres querían festejar mis 18 prácticamente tirando la casa por la ventana, aún faltaban 2 años, pero cuando algo se les metía a la cabeza no había forma de que desistieran así que dejé que hicieran las cosas a su manera. Mamá siempre fue perfeccionista, quería que todo estuviese en su lugar, y supongo que se aseguraría de ello.

-¡Me voy! -Grité desde la puerta mientras me ponía la mochila al hombro.

Caminé directo hacia la escuela, era temprano pero aún así se veía a los vecinos en la calle paseando a sus perros o haciendo elongamientos de piernas y brazos previos para ir a correr.

Cuando llegué a la entrada, me quedé observando la cartelera que se encontraba a un lado de la puerta, había un cartel que ocupaba todo el espacio en ésta, anunciaba un concurso en el cual el premio era pasar una semana en Italia, sólo para dos personas.

Línea del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora