6. Mudanza

1.2K 161 45
                                    

Las mudanzas siempre eran fastidiosas, algo que todos siempre tratan de evitar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las mudanzas siempre eran fastidiosas, algo que todos siempre tratan de evitar. Empacar tus pertenencias de un lugar que ya habías proclamado como tuyo, al que ya le habías entregado tu esencia siempre era complicado, en especial cuando pasabas de vivir en compañía de tu soledad a, repentinamente, vivir acompañado de un segundo. 

Checo Pérez, desde que era muy pequeño, había llevado una vida de independencia y no porque sus padres no le prestaran atención, de hecho sus padres eran atentos y ayudaban siempre en todo lo que podían, pero ser independiente era con simpleza uno de los tantos caracteres que hacían al especial Sergio. Mudarse de su departamento fue difícil para el hombre de ya casi treinta años, pues había detallado hasta la más recóndita de las esquinas de ese apartamento con mucho cariño. Había puesto plantas donde era necesario y ahora tenía que meter sus plantas y demás cosas a la parte trasera de su coche para ir a su nueva casa. Cuando guardaba sus prendas en maletas, suspiraba con nostalgia, recordando la primera vez en su apartamento, pero pronto negaba con la cabeza y se sentía ligeramente culpable de pensar así. Estaba a poco de vivir con el que era el amor de su vida. Max era un tipo muy amable y de encanto, pero a decir verdad no sabía cuáles eran sus hábitos en casa. Tenían una buena relación, pero aún así Sergio temía que algo saliera mal durante su mudanza. 

Max, por otro lado, estaba ansioso por compartir el mismo techo con Sergio, aunque los mismos temores lo atacaban. No quería salir en malos términos, decir cualquier cosa acerca del hogar o de las cosas de su chico que provocará cólera en Checo. Temía por sus propios hábitos; Max era asquerosamente perfeccionista. Para sorpresa de todos, se esperaría que el dueño de un taller mecánico no fuera tan perfeccionista, pues su trabajo era pesado y en constancia una actividad llena de grasa y otras suciedades de auto, herramientas siempre tiradas y motores desarmados a toda hora. Si, algo así se veía su taller mecánico, pero no su casa. 

Sergio era despreocupado, le gustaba la limpieza en su casa, pero no era obsesivo con ella. Podía dejar los platos sucios y lavarlos hasta el anochecer antes de ir a dormir. Max no soportaba ver un simple tenedor manchado en el lavabo. Eran, de alguna manera, muy distintos en sus hábitos hogareños. A Max le gustaba lo minimalista, pero a Sergio le gustaban los cuadros, los jarrones con diseños preciosos que le recordaban a su país, plantas regadas en cada esquina del lugar. Amaba la imagen acogedora en su departamento que daba este aspecto de casa de abuela. A Max no le gustaban las plantas, no le gustaban los diseños extravagantes y le gustaba que todo fuera pulcro. Aun así, con las claras diferencias, ambos decidieron mudarse juntos. 

Después de un largo mes de pláticas, de pasar más días dentro de la casa del uno del otro, decidieron que la idea de mudarse a cualquiera de los dos apartamentos actuales era imposible. Checo tenía muchas cosas como para llenar el apartamento de Max hasta el techo y el rubio tenía cosas tan planas que no combinaban en absoluto con la tonalidad del hogar de su chico, así que ambos estuvieron más que de acuerdo en buscar una buena y nueva casa. 

Después de otro mes en busca de la casa perfecta para ambos, que estuviera a una distancia coherente de los empleos de ambos y que fuera de tamaño decente, finalmente se decidieron por una bonita casa de estilo clásico de una sola planta de fachada pintada de un gris claro. Tenía un amplio patio delantero y uno más pequeño trasero. Por su puesto contaba con un buen garaje. El interior era amplio y con suelos de alfombra. Tenía ventanales grandes al frente de la casa lo que permitía un extenso acceso de luz natural. Contaba con dos habitaciones, un baño, extensa cocina y sala de tamaño decente. Ambos quedaron bastante conformes. La renta no era tan elevada así que la compartirían entre ambos, así pronto se comunicaron con el dueño para cerrar el trato. 

Flufftober [Chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora