21. Despertar Juntos

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—No planeo seguir discutiendo contigo, Max—el mexicano se levantó de la mesa

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—No planeo seguir discutiendo contigo, Max—el mexicano se levantó de la mesa. No había terminado su cena.

—¿A eso estamos jugando ahora? ¿Te largas y no quieres hablar? Quiero que te vuelvas a sentar en esa jodida silla, Michel—el rubio dejó caer su cubierto en el plato. El sonido sordo provocó que el mexicano sintiera más rabia.

—¡Vete a la mierda, Verstappen! No me vas a decir que hacer. Puedes cenar tú solo, imbécil—empujó la silla con fuerza. La mesa se movió con el golpe.

—Vas y le coqueteas a medio mundo ¿y ahora yo soy el villano?

Sergio rodó los ojos. No estaba dispuesto a seguir escuchando los reclamos de su pareja, estaba cansado y no quería discutir por los estúpidos celos de Max.

—Mírame cuando te estoy hablando—quizá su mano presionó con demasiada fuerza el antebrazo de Checo.

—Sueltame—de un jalón se apartó del rubio—. No te pongas pendejo, que te puedo partir tu madre—le advirtió en su lengua mater.

Max apretó la quijada. No tenía ni idea de lo que el mexicano había dicho, pero a juzgar por su expresión y tono de voz, era más que evidente que fue una advertencia para que todo terminara.

—Me voy a dormir—dijo por último y se fue en dirección de la habitación.

El rubio se quedó en la soledad del comedor. Soltó un suspiro y rascó con brusquedad su melena dorada. Sentía las mejillas calientes y una presión en el pecho que lo hacía querer gritar y golpear una jodida puerta, sin embargo guardó la compostura. Tomó venganza con los platos y los lanzó al lavatrastes con brusquedad, poco le importó si la vajilla se rompió en el proceso.

Tenía sus razones para reclamarle a Checo. Habían ido juntos a comprar algunas cosas para la cena, iban de buen humor y tomados de la mano, en cierto punto de las compras ambos se separaron para buscar algunas cosas que necesitarían. Cuando Max obtuvo lo que necesitaba fue en busca de su chico, pero grande fue su sorpresa al ver a Checo abrazando con una enorme sonrisa a Lewis Hamilton, ex-novio del mexicano. Caminó en dirección de ambos con llamas revoloteando en los ojos, con las manos temblorosas y sus nudillos volviéndose blancos. Apretó la quijada con fuerza y llamó a Checo con un tono de voz que definitivamente había salido más grave y furioso de lo que creyó. Checo borró su sonrisa en cuanto vio el entrecejo fruncido de su rubio novio. Conocía bien a Max y su poco nivel de tolerancia con cualquiera de sus ex. Era posesivo y si las leyes no existieran para detenerlo, Sergio estaba seguro que todos sus ex-novios ya no contarían con cabeza.

Podía tolerar sus celos, incluso le parecía adorable, pero sabía cuándo pintar una línea en el suelo y detener la carrera de Verstappen. Hamilton era un buen tipo, agradable y amable, Checo había terminado la relación y quedaron en buenos términos, por lo que verlo le causa cierta felicidad y no pudo evitar saludarlo con un afectuoso abrazo; suficientes segundos para que Max los viera y lo tomará posesivamente de la cintura mientras le daba una fingida sonrisa al de tez oscura. Cuando pagaron en caja el rubio estaba callado y así lo estuvo todo el camino a casa hasta que estuvieron en la privacidad de su hogar.

Flufftober [Chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora