CAPITULO 38

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El semblante de Billy cambió completamente. Sus rasgos se suavizaron, optando esta vez por colocarse más tenso. Miró a Freen, a Nam a Elisabeth y hasta Irin. Y no supo qué hacer. Sintiéndose desesperado, solo tragó saliva. Se había quedado sin palabras.

Por otro lado, Irin también se había quedado petrificada. De aquello no sabía nada. Sus ojos se abrieron tanto al sentir las palabras de Freen retumbar en sus oídos.

- Washington está en código rojo. - explicó Nam- El gobierno lo ha decretado y es solo porque la mafia está ahí ahora.

- ¿Tentation la tiene? - logró preguntar Billy con un poco más de aliento.

Freen asintió. Endureció la mandíbula para evitar descontrolarse en ese momento. No podía evitar sentir ardor en sus puños al escuchar el nombre de esa mafia.

- Sé que me quieren a mí. - Freen habló en un hilo de voz. Todas las miradas estaban centradas en ella.

- ¿Y por qué demonios se la han llevado a ella? Billy alzó la voz, caminando de un lado a otro. Aquella pregunta no iba dirigida especialmente a Freen, pero esta la sintió como una indirecta bastante fuerte. Le dolía muchísimo pensar que todo esto era su culpa.

Los cuatro se adentraron en el departamento y Nam cerró la puerta por detrás.

- Necesito ir por ella... - susurró Billy pensando en voz alta. Tenía las manos sobre la cabeza, apretándosela. - Joder, van a torturarla... y todo se debe a ti...

Aquello había sido todo. No podía seguir fingiendo que las palabras de Billy no dolían tanto como lo hacían ahora. Freen se tiró encima de él, pero antes de poder alcanzarle, Nam se interpuso entre ambos, gritando en medio del barullo.

Irin retrocedió, con Elisabeth asustada en los brazos. Ver a la niña así, solo le hizo saber que tenía que hacer lo que en ese momento seguramente Becky habría hecho.

- ¡Basta! - gritó fuertemente. Tan fuerte que ni siquiera ella misma se lo creyó. - ¡No sé qué demonios está sucediendo, pero es suficiente! - los tres que tenía al frente se voltearon a mirarla. Billy había bajado la guardia y Freen se había dedicado a dar vueltas en el cuarto, con la mirada en el cielo. Nam solo se había quedado pasmada.

- Tiene razón. - susurró Billy. Se dio media vuelta, observando a Freen mirar por las ventanas de su pequeña habitación. Mientras lo miraba, pudo entender lo preocupada que Freen también se encontraba por Becky. Estaba tan ida. Tan tensa. Tan paranoica. Tanto que podía sentirse en el ambiente. Tenía que entender, por al menos un momento, lo que acababa de hacer era totalmente injusto para Freen. Suponía que ella sabía a la perfección, que Becky había estado en peligro desde el primer momento en el que habían salido juntas. - Escucha, esto es lo que Becky hubiera querido que hiciéramos. - habló fuerte y claro, pero Freen no volteaba la mirada hacia él. - La quiero de vuelta, tanto como tú. Y no voy a permitir que nada le suceda. De eso puedes estar muy segura. - Freen tragó saliva. Sentía como si el aire le faltaba, cada vez que Billy se refería a ella de ese modo.

Desde que sabía que Becky había sido secuestrada, no le había invadido aquella desesperación que en ese momento se formaba dentro de ella. Tan densa. Deseaba llorar. Y aunque lo detestaba, ahora mismo en sus ojos se había formado una suave capa de lágrimas. Apretó los puños. Deseando con toda su alma que los sentimientos no le vencieran en ese momento.

- Te lo juro, que vamos a traerla de vuelta. - continuó Billy. Freen tragó saliva. - O dejo de llamarme Billy..

Y Freen, sin mirarle, asintió de una manera amable, todavía bastante tensa y apoyando sus brazos en el marco de la ventana. Si se soltaba, empezaría a llorar como una niña. Billy la observó, no podía pedirle más y supo que aquella afirmación que Freen había hecho con la cabeza, era suficiente para formar una buena alianza en todo lo que se les venía a continuación. Necesitaban estar juntos ahora más que nunca.

El ambiente cambió de rumbo. Las cosas habían dejado de estar tan tensas, pero había un silencio que reinaba con incomodidad.

- Yo... - Irin intervino, casi tímidamente después de haber dado un grito tremendo hace unos minutos. - Necesito saber qué está pasando. - fue clara y precisa, tanto que hizo que Vero soltara una risa en voz baja. - Si voy a formar parte de esto, necesito saber dónde está Becky

- Si lo supiéramos no estaríamos aquí. - Billy le interrumpió bruscamente.

- ¿Quiénes se la han llevado? - la pregunta cayó en dirección a los tres. Entonces Freen recordó aquel pequeño detalle que estaba fuera de sus manos. Irin no tenía idea sobre Tentation. - Y... ¿por qué está sucediendo esto? - las preguntas iban aumentando. - Sarocha... - susurró Irin, para que ella pudiera mirarle. Pero Freen no se animó a hacerlo.- Necesito saber quiénes... - ella se aclaró la garganta. No sabía de qué modo ellos tomarían esto: - ¿Quiénes son ustedes?

Nam sonrió a medias, mirando a Billy de soslayo, que tampoco pudo evitar sonreír por lo inocente que Irin podía ser a veces.

- Cuéntale todo. - exclamó Freen hacia Billy sin quitar la mirada en el horizonte a través de la ventana . - Y procura que no salga corriendo.

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TENTATION 4- FreenBecky G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora