Capitulo 11: Punto

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Un año más tarde, Izuku Midoriya regresaba a Japón tras su tiempo de entrenamiento en Estados Unidos junto a Aguilar y Star and Stripe. Durante ese año, había pasado por un entrenamiento físico y mental que lo había transformado profundamente. A sus 14 años, Izuku era un joven mucho más fuerte y seguro, con habilidades que iban más allá de lo que había soñado. Su control sobre el viento y el agua había alcanzado un nivel asombroso: podía manipular ambos elementos con precisión y potencia, y ya no temía perder el control. No obstante, junto a ese poder, Izuku había aprendido la importancia de la cautela y la disciplina, pues cada día estaba más consciente de las implicaciones de sus acciones.

De vuelta en su hogar, Izuku experimentaba una mezcla de emociones. Le dolía estar de regreso sin poder revelar su progreso y su verdadero potencial a quienes lo conocían desde antes, como los Yaoyorozu o sus padres, pero el compromiso que había hecho con Aguilar era firme. Permanecería en el anonimato hasta que el momento fuera adecuado. Lo último que deseaba era atraer la atención hacia su persona, especialmente ahora que sabía que el camino de un héroe podía poner en peligro a las personas que amaba. Y aunque esa parte de él se sentía limitada, otra parte de él sabía que había mucho más por aprender y, quizás, también algo que descubrir.

El primer día de su regreso a Musutafu, Izuku se permitió explorar las calles de la ciudad como un adolescente cualquiera, oculto bajo una gorra y una chaqueta de gran tamaño. Todo se sentía familiar, pero al mismo tiempo, distinto. Caminaba con una serenidad renovada, cuando un estruendo resonó a la distancia. De inmediato, se detuvo. Gritos, humo y el sonido de sirenas llenaron el aire en un caos que, para otros, significaba peligro, pero para Izuku, representaba un llamado inevitable.

Siguiendo el tumulto, llegó a una calle llena de gente que intentaba entender qué sucedía. Izuku avanzó con cautela y, al alcanzar una posición desde la que podía ver el incidente, notó a varios héroes profesionales rodeando al villano. Un torrente de lodo oscuro y viscoso envolvía a un joven que se debatía desesperadamente. La angustia de la multitud se reflejaba en cada rostro, mientras la situación parecía empeorar con cada segundo que pasaba. Fue entonces cuando lo reconoció. Ese joven atrapado en las garras del villano era Katsuki Bakugo, su viejo amigo de la infancia.

Izuku sintió que el aire se congelaba a su alrededor. Un torbellino de emociones lo invadió, pero las reprimió para concentrarse en evaluar la situación. A pesar de los esfuerzos de héroes como Backdraft, Mt. Lady y Kamui Woods, el villano parecía imparable. Backdraft intentaba con sus mangueras frenar al monstruo, pero el agua era absorbida sin dificultad por la sustancia pegajosa. Mt. Lady, por su parte, no encontraba una manera segura de acercarse sin aplastar a Bakugo, y Kamui Woods luchaba por anclar su madera a una superficie resbaladiza e impredecible.

¡Vamos, chicos! ¡Rápido! ¡El chico está en peligro! —gritó Backdraft, con una mirada desesperada mientras trataba de controlar el fuego provocado por las explosiones de Katsuki.

¡No puedo atacarlo! ¡No hay suficiente espacio! —se quejó Mt. Lady, mientras observaba impotente.

Mi quirk no puede llegar a el, el fuego es demasiado - Kamui Woods hablaba mientras retraía su quirk. 

¡Si atacan al villano desde los lados, pueden detenerlo! ¡Y si usan el viento para dispersar el fuego, podrían entrar más fácilmente! —.

Backdraft le dirigió una mirada severa y respondió, sin esconder su desdén.

Mira, chico, agradezco tu intención, pero déjanos esto a los profesionales. No es tan simple .

¡Pero si usan el agua solo para enfriar el lodo, y no para atacarlo directamente, podrán contenerlo mejor! —insistió Izuku, tratando de que lo escucharan.

Soy Un MonarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora