Capítulo 10: Como el Agua

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Un año había pasado desde que Izuku comenzó su intenso entrenamiento con Aguilar y Star and Stripe. A sus 13 años, Izuku había logrado mejorar considerablemente su control sobre el viento, aunque sabía que aún le quedaba mucho por aprender. En esta ocasión, se encontraba en un evento benéfico en una ciudad costera de Estados Unidos junto a Aguilar. El ambiente en la playa era relajado, con una cálida brisa marina y el sonido de las olas acompañando el bullicio de las actividades.

El evento benéfico había sido organizado por Monarch Inc. en colaboración con varias empresas y agencias de héroes. Había puestos de comida, juegos para niños, y una zona donde los héroes hacían demostraciones de sus habilidades para el entretenimiento y la recaudación de fondos. La finalidad del evento era recolectar recursos para la construcción de refugios y la mejora de infraestructuras en áreas propensas a desastres naturales.

Izuku, vestido con una camiseta de Monarch Inc. y un par de shorts, caminaba junto a Aguilar, quien iba saludando a diversos conocidos.

¡Mira! ¿No es él? —se oyó murmurar a un grupo de personas cercanas.

¡Es el chico del centro comercial! —dijo una mujer mientras señalaba discretamente a Izuku.

Izuku sintió las miradas de varias personas sobre él, algo incómodo por la atención repentina. Se giró hacia Aguilar buscando orientación, pero su mentor solo le sonrió.

Te has hecho famoso, Izuku. Es normal que la gente te reconozca —le dijo Aguilar, dándole una palmada en la espalda.

Lo siento, no estoy acostumbrado a esto —admitió Izuku, rascándose la nuca nerviosamente.

¡Oye, tú eres el chico que salvó a todos en el centro comercial, ¿verdad?! —Un héroe con un traje rojo y dorado se acercó, ofreciéndole la mano con una sonrisa amplia. Izuku la estrechó, algo sorprendido por el entusiasmo.

Eh, sí, soy yo... —respondió Izuku con modestia.

Soy Thunderstrike. Estaba al otro lado de la ciudad ese día, pero oí todo sobre lo que hiciste. Eres increíble para alguien tan joven —comentó el héroe, dándole una palmada en el hombro.

Gracias, pero no lo hice solo —dijo Izuku, mirando de reojo a Aguilar.

Humildad, eso también es importante —Thunderstrike sonrió y luego añadió—. Sigue así, chico. Tal vez un día luchemos lado a lado.

Izuku asintió, sintiendo una mezcla de orgullo y responsabilidad.

Poco después, otro héroe, esta vez una mujer con un traje azul y blanco y el cabello recogido en una coleta alta, se acercó.

¡No puede ser! ¡Es realmente él! —exclamó con una voz llena de energía—. ¡Soy Aqua Flare! ¡He oído mucho sobre ti! Me alegra ver que la próxima generación está en tan buenas manos. —Izuku volvió a sonreír, sintiéndose un poco más cómodo con la situación.

¡Gracias! Estoy trabajando duro para mejorar —respondió con determinación.

Eso es lo que me gusta oír. Si sigues así, no me sorprendería verte en los grandes escenarios pronto —dijo Aqua Flare, guiñándole un ojo antes de dirigirse hacia otro grupo de héroes.

Izuku se sentía abrumado por la cantidad de personas que lo reconocían. A pesar de que no era un héroe oficial, su actuación en el centro comercial había dejado una impresión duradera.

Tienes que acostumbrarte a esto, Izuku. La gente observa a los héroes, y aunque aún no tengas licencia, ya has dejado tu marca —le aconsejó Aguilar.

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