Soy Un Monarca

Capítulo 8: Consecuencias

Mientras recobraba la conciencia, unos rayos de luz se filtraban por la cortina de la habitación. Izuku abría lentamente los ojos. Sintiendo un fuerte dolor de cabeza que le hizo cerrar los ojos. 

— Veo que ya estas despierto chico — Se escuchó la voz de una mujer. Era Cow Girl, quien estaba dentro de la habitación triple, en la cual se encontraban también Nora en una camilla y una camilla vacía. 

— Hmmm... ¿Cow... Cow Lady? ¿Puedo preguntar que hace usted aquí señora? — Pregunta Izuku algo curioso, mirándola fijamente. 

En ese mismo instante, entra el Dr. Nakamura a la habitación, mientras empieza a revisar los valores de Izuku en silencio. 

— Así es, chico, soy Cow Lady... Estoy aquí porque la chica que ayudaste es mi hija, Pony Tsunotori, y ella quería agradecerte, solo que en este momento tuvo que salir por un momento — respondió Cow Lady, su voz llena de gratitud y orgullo. — Quería darte las gracias personalmente por lo que hiciste —.

Izuku parpadeó sorprendido. No esperaba que la chica que había salvado tuviera una madre tan conocida en el mundo de los héroes. Se sintió algo avergonzado, pero también profundamente conmovido por las palabras de Cow Lady.

— Yo... solo hice lo que cualquier héroe haría — murmuró Izuku, mirando hacia abajo. — No esperaba nada a cambio —.

Cow Lady sonrió, una expresión cálida y maternal.

— Esa es precisamente la razón por la que te estamos tan agradecidos, Izuku. Tu valentía y desinterés salvaron muchas vidas ese día. Pony está bien gracias a ti, y eso es algo que nunca olvidaré —.

El Dr. Nakamura terminó de revisar los valores de Izuku y se dirigió a él con una sonrisa profesional.

— Todo parece estar en orden, joven Midoriya. Solo necesitas seguir descansando y permitir que tu cuerpo se recupere completamente. Has pasado por mucho, pero te estás recuperando bien —.

Izuku asintió, agradecido por la tranquilidad que le brindaba el doctor. En ese momento, la puerta se abrió de nuevo y Pony Tsunotori entró en la habitación, sus ojos brillando de emoción y gratitud al ver a Izuku despierto.

— ¡Izuku! — exclamó Pony, corriendo hacia su cama. — ¡Gracias! ¡Gracias por salvarme! —.

Izuku sonrió, sintiendo una oleada de calidez al ver a Pony sana y salva. Aunque todavía se sentía débil, la presencia de sus amigos y el apoyo de los héroes a su alrededor le daban fuerzas.

— Me alegra verte bien, Pony — dijo Izuku con sinceridad. — Eso es lo más importante —.

Cow Lady observó a su hija y a Izuku con una sonrisa de orgullo y satisfacción. Sabía que Izuku tenía un futuro brillante por delante como héroe y que su acto de valentía era solo el comienzo de muchas hazañas por venir.

Nora, que había estado observando en silencio, se acercó también, con una expresión seria pero agradecida.

— Izuku, no solo salvaste a Pony, sino que nos diste esperanza a todos. Eres increíble, ¿sabes? —.

Izuku se ruborizó ligeramente ante los elogios, pero sus ojos reflejaban determinación. Sabía que aún tenía mucho por aprender y muchas batallas por enfrentar, pero estaba listo para lo que viniera.

Antes de que la conversación pudiera continuar, el Dr. Nakamura carraspeó ligeramente para llamar la atención.

— Izuku, hay algo más que necesito explicarte — dijo el doctor, adoptando una expresión más seria. — Durante nuestra evaluación, descubrimos que varias partes de tu factor quirk aún están dañadas. Aunque manifestaste una increíble capacidad durante la lucha, es probable que esto no sea todo lo que tu quirk puede hacer —.