Sin rencores

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Manaria Sousse es una prodigio mágica, eso es un hecho que no ha cambiado ni siquiera en el futuro de las gemelas.

Aún así, en su momento, Manaria fue derrotada en minutos por Dorothea Nur.

May y Aleah François, juntas a la edad de tan solo 6 años y con poco o nada de entrenamiento, en palabras de TAIM, podrían compararse a la mismísima emperatriz.

Ahora, May, de 15 años y con un largo y minucioso entrenamiento...

Era más que capaz de matar a la Manaria de 17 años.

Y Aleah lo sabía muy bien.

Es por ello que, cuando regresó a su cuarto con la cena y no encontró a su hermana, dejó caer la bandeja para salir corriendo en busca de ella.

Al no ser una usuaria de magia, no podía detectar la esencia de los poderes de las personas con tanta facilidad; es decir, no sabía dónde podían estar su hermana o Manaria, estaba perdida.

Fue entonces cuando Aleah pudo reconocer un tipo de magia particular con el que ya estaba familiarizada. Una demasiado peligrosa.

El sometimiento.

Su hermana estaba usando el sometimiento.

Corrió hacia la fuente de ese poder, mientras sentía cómo su hermana sometía uno por uno los elementos de la princesa. Aleah sudó frío cuando llegó al tercero, porque si llegaba al cuarto...

Ya se estaba acercando cuando, repentinamente, dejó de detectar ese hechizo, y en su lugar comenzó a percibir el uso de magia sanadora.

May estaba abrazando entre lágrimas a la princesa cuando Aleah las tuvo a la vista.

Entonces notó que Manaria volvía en sí y solo pudo pensar en todas las consecuencias que esto traería.

¿Su hermana acababa de atentar contra un miembro de la realeza? La pena por eso era MÍNIMO la muerte. Tenía que hacer algo.

Ahora, Aleah es una chica de rápida reacción, pero digamos que, así como mentir, la estrategia tampoco es su fuerte.

Su solución más rápida fue ganar tiempo.
¿De qué forma? Esos son detalles.

"¡¿Aleah, qué diablos?!" exclamó May escandalizada.

"Te expusiste como Quadcaster y atacaste a un miembro de la realeza, tenía que hacer algo," se explicó, con demasiada tranquilidad para alguien que acaba de reventarle la cara a una princesa.

"¡¿Y ese algo tenía que ver con romperle la nariz?!"

"Shh," Aleah le hizo una seña para que guardase silencio. "Hay que sacarla de aquí," y ante la mirada incrédula de su hermana, tomó una pierna de Manaria y comenzó a arrastrarla por el suelo.

"¿No puedes cargarla?" preguntó May susurrando mientras la seguía.

"Da igual, está dormida," Aleah se encogió de hombros con desinterés.

"¿Dormida? ¡Está inconsciente!" exclamó cuando llegaron a un pasillo más oscuro. "¿Esto era necesario?"

"Pues era esto o que tu mejor escenario sea la cárcel." Aleah soltó la pierna de Manaria. "Sabes que controlo mi fuerza, no le hice daño, pero para que al despertar no recuerde lo que pasó o al menos esté confusa, necesitaba aturdirla."

Me enamoré de la villana- Una sensación conocida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora