Extra: Más que un sueño es responsabilidad

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(Un año antes del viaje en el tiempo)

“Aleah, por última vez, NO voy a convencer a Lily de que se case contigo.”

“¡Pero madreeee!”

Las mañanas de los sábados son los momentos en que las personas ven a la maestra Rae Taylor y su hija Aleah François hacer las compras para la semana en el mercado del pueblo.

Para mercaderes y vecinos, la bonita imagen del tiempo madre-hija de ambas es un deleite.

Para Rae, es el momento de la semana en que su hija le habla de deseos e ideas extrañas que no se atreve a contarle a Claire, sabiendo que todo lo que obtendría sería un sermón.

Rae era algo más flexible, pocas veces podía negarse a los pedidos de sus hijas y terminaba mediando con Claire para ceder. A su vez, aunque Claire era estricta con sus hijas, difícilmente podía negarle algo a Rae.

Así que las gemelas sabían que la clave para obtener algo estaba en rogarle a Rae primero.

Aunque hoy, Rae parecía curiosamente firme en negarle su sencillo deseo a Aleah.

¡Solo quería que sus madres intercedieran a su favor para que Lily aceptase casarse con ella! ¿Era mucho pedir?

“¡Pero si ya tienes a madre Claire! ¡Estás siendo mezquina, madre!”

Rae detuvo su paso y miró con los ojos entrecerrados a su hija.

“No aprecio esa insinuación, jovencita, no soy mezquina porque no me interesa nadie más que tu madre, ¿Está claro?” preguntó, dándole un golpecito en la frente con un dedo.

“Sí, madre” respondió Aleah avergonzada al notar que a su madre no le hizo ninguna gracia el comentario. Su lealtad no era una broma.

Rae suavizó su expresión al ver a su hija arrepentida.

“Quiero que entiendas que no es por ir en contra de tus deseos, Aleah, tengo muchas razones para no apoyar esta idea tuya, al menos no en este momento.”

“¿Cómo cuáles?”

“Primero, el matrimonio es algo de dos, es decir, que necesitas el consentimiento de Lily, cosa que no tienes.”

“¡Déjame eso a mí!” respondió Aleah con confianza.

“…sin engaños ni chantajes.”

“¡Demonios!”

Rae negó con la cabeza entre divertida y cansada.

“Además, hay una brecha de edad importante entre ustedes.”

“¿Qué son solo 9 años?”

“Es mucho mientras ella tenga 23 y tú 14.” Rae no podía creer que estuviera aclarando esto.

“¡Pero el plan no es para ahora mismo! Tengo que conquistarla, quizá me tome un par de años—”

“En un par de años,” Rae la interrumpió. “Tendrás 16 y aún serás muy joven para casarte.”

“Madre, con todo respeto, ¿No estás siendo muy hipócrita?”

Me enamoré de la villana- Una sensación conocida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora