Buscar una solución (parte 2/2)

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Aleah pensó que no solo sus madres habían pasado un mal rato ese día cuando vio el rostro descompuesto y los ojos rojos de su hermana al volver a su cuarto esa noche.

"Sé que el plan era mostrarte débil frente a Manaria a partir de ahora, ¿pero tanto?" Intentó bromear.

May la miró sin expresión, la ignoró y se acostó a dormir.

Aleah suspiró frustrada. Otro día más de negación, ¿cuánto tiempo estarían así?

Spoiler: menos del que la rubia esperaba.

*******

Al día siguiente, May no estaba cuando Aleah despertó. Tampoco la encontró en clases, y no pudo verse con Catherine por temor a encontrarse con Claire y generar sospechas.

De hecho, la doncella de Catherine, Emma, le hizo llegar una nota avisándole lo que ya se esperaba: Claire apenas tenía fuerzas para ir a clases, así que posiblemente pasaría el resto del tiempo deprimida en su cuarto.

Se rió un poco porque la nota expresaba el hartazgo de Catherine.

Se encontró con su hermana de nuevo tarde en la noche. Cruzaron un par de palabras, luego May tomó un saco entre sus manos y volvió a salir luego de avisarle que regresaría pronto.

Aleah se encogió de hombros y se disponía a prepararse para dormir cuando golpearon a su puerta. Era Emma, haciéndole llegar la invitación de Catherine para ir a su cuarto.

La hora le pareció extraña, pero sin nada más que hacer, la rubia corrió al cuarto de la joven Achard.

*********

May no había hecho en el día mucho más que dejarse absorber por pensamientos destructivos y bastante irracionales, la verdad.

Así que Rae en este momento no deseaba hijos, y las habían adoptado de aquí a tan solo poco más de un año. Sus deseos no pudieron cambiar tanto en tan poco tiempo, ¿verdad?

Recuerda muy bien el momento en que su mamá Claire, llorando, volteó hacia su mamá Rae para decirle que no podían abandonarlas.

Recuerda la expresión sorprendida de Rae en ese momento.

Ella no lo deseaba, ¿cierto?

Y aun así, las recibió y acogió, solo para que de nuevo, May recuerde cuánto tiempo ignoró, evitó o minimizó el afecto que Rae le ofrecía.

De seguro se arrepentía de adoptarla, y May no la culparía.

Esa fue la línea de pensamientos que atormentó a May todo el día, hasta que al llegar la noche recordó que no le había devuelto el saco de su uniforme. Sin pensar mucho en la hora ni nada más, fue directo al cuarto de Rae.

Solo al llegar, cayó en cuenta de que quizá fue una mala idea y esperó que fuese Misha quien le abriera la puerta.

Para su mala suerte, fue Rae quien la recibió, con el rostro aún más sombrío que esa mañana.

"Señorita Rae, disculpe la hora, pero aún no le devolví esto", May le extendió su saco, esperando aunque sea una sonrisa forzada por educación.

Me enamoré de la villana- Una sensación conocida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora