Un tiempo muy aburrido

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"¡Niñas! ¿No hay besos para mí?" preguntó Rae observando a sus hijas atacar con besos a Claire.

Las niñas se llevaron la mano a la barbilla como pensando.

"Mmmm ¡Solo si pides por favor!" exigió May, y Aleah asintió de acuerdo.

Una pequeña mueca se asomó en la expresión de Rae, pero rápidamente la cambió por una sonrisa.

"¡Por favooor!" pidió, juntando las manos a modo de súplica.

Ambas niñas rieron y soltaron a Claire.

"Está bieeen," Aleah saltó al cuello de Rae. May tardó un poco más, pero su madre la atrajo rápidamente a un fuerte abrazo, salpicando besos en los rostros de ambas.

"¡Madreee!"
"¡Ya basta, mamá!"

Al sentir que realmente no les gustaba, la joven castaña las dejó ir.

"Lo siento, niñas. ¡Es que son tan bonitas!" se disculpó riendo.

Pero esa risa sonó incómoda, y su sonrisa no llegó a sus ojos.

*******

May abrió los ojos de golpe, sintiendo su corazón latir más fuerte de lo usual.

"¿Qué fue eso?" se preguntó, limpiándose las pequeñas gotas de sudor que se habían formado en su frente.

Se sentía como si hubiese tenido una pesadilla, pero en realidad ese sueño era un recuerdo que consideraba preciado. ¿Entonces por qué ahora le había dejado un mal sabor de boca?

Dejó en pausa esos pensamientos cuando la puerta de su cuarto se abrió de golpe.

"Maaaay, arribaaaa, ¡es hora del desayuno!"

¿Cómo diablos hacía Aleah para estar tan animada a esas horas?

De mala gana, May comenzó a asearse y cambiarse.
"¿Por qué te levantaste tan temprano? No tenemos clases."

"Fui a recorrer la ciudad, es fascinante. Como estamos en el periodo anterior a la erupción del volcán, seguimos disfrutando del autoabastecimiento impulsado por reyes anteriores. Se ven frutos y verduras baratas y en abundancia, aunque en el resto, tanto en la comida como en los aparatos, se nota que aún estamos cerrados a la importación..."

Aleah siguió enumerando las diferencias que encontró hasta que vio a su hermana mirándola con la boca abierta.

"¿Qué?"

"Aprendiste más de historia en 6 días que en 10 años de clases," dijo May, entre burlona y orgullosa.

"Bueno, ¿qué más puedo hacer? ¡Estoy aburrida!" se quejó, mientras se derrumbaba en la cama de May. "Este lugar es taaaan magia-céntrico..."

May rodó los ojos, cansada del berrinche de su hermana, pero en realidad podía entenderla muy bien. Ella misma estaba terriblemente aburrida, pues todo lo que se enseñaba sobre magia eran los conceptos más básicos que había aprendido en la primaria, o directamente era información errónea u obsoleta.

Al menos ella podía entretenerse mínimamente usando su magia para comparar estos métodos antiguos con los modernos, pero Aleah ni siquiera podía hacer eso.

En su Academia, había clases comunes como la de historia y cultura, y otras optativas que buscaban explotar las diferentes habilidades de las alumnas, dando oportunidad de desarrollarse a la mayoría de personas que no poseían habilidades mágicas destacables, o que simplemente el camino de la magia no era lo suyo.

Esas opciones le permitieron a Aleah destacarse en todo lo que implica habilidad física o uso de espadas, logrando nunca sentirse menos por su falta de magia. Pero ese sistema no existe en este lugar y tiempo.

Me enamoré de la villana- Una sensación conocida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora