Eat me up. (HeeJake)

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JAKE

Bueno, esto fue simplemente genial.

Tan increíblemente fantástico.

¿Lo ven? Jake podía hacer sarcasmo con el mejor de ellos. A veces. Cuando la situación lo ameritaba. Y esta situación ciertamente lo hacía.

Sarcasmo y puede que incluso algún insulto.

Apretó la mano de Heeseung entre las suyas, agradecido de que su humano no se hubiera alejado todavía.

—Hola, Minjun —dijo a pesar de su fastidio, porque en realidad sería descortés no saludar a un amigo que no había visto en meses. Pero luego, porque en realidad estaba bastante molesto, dijo—: No deberías haber venido sin preguntar.

Porque llevaba días mandando mensajes, llamando y, en general, intentando localizar a Minjun. Después de la declaración de Jake de que quería quedarse en Seúl, solo había recibido un mensaje ominoso:

No te vas a quedar. Voy por ti.

Y como eso era obviamente inaceptable, había hecho todo lo posible para tratar de impedirlo, pero… nada. Minjun no había respondido ni a un solo mensaje. Y ahora simplemente estaba allí.

Como, ¿qué demonios?

Era frustrante y daba un poco de miedo -porque puede que fuera amigo de Jake, pero Minjun también era Minjun-, pero sobre todo era una grosería.

Minjun -claramente decidido a ser un completo imbécil- solo lo miró arqueando una ceja. Jake se atrevió a echar un vistazo a Heeseung, que no había seguido las instrucciones y se mantenía a su lado en lugar de detrás de él.

Estaba claro que tenía que mejorar su tono de autoridad a la hora de dar órdenes. No es que quisiera darle un montón de órdenes a Heeseung todo el tiempo, pero la seguridad era muy importante. Aunque, para ser justos, también podía deberse a que aún no le había soltado la mano.

Pero el caso era que su humano estaba un poco verde y parecía  estar pronunciando la palabra prometido para sí mismo.

También habían tenido un momento tan agradable fuera. Hablando y besándose en la nieve, como personajes de un encantador cuento de hadas. No era justo que los interrumpieran de esa manera.

Sunoo fue un poco más expresivo que Heeseung en su reacción a la  declaración de Minjun.

—¿Prometido? —se retorció entre los brazos de Hoon y miró a Jake con los ojos muy abiertos. Por una vez, su amigo no sonreía—. ¿Tienes un prometido?

Jake jugueteó con el dobladillo de su camisa con la mano libre, deseando poder tener un momento a solas con Heeseung sin que toda la habitación los mirara.

—Bueno, no es la palabra que yo usaría…

—¿‘Prometido’? —sugirió Minjun secamente, con las manos en los bolsillos como si estuviera dando una especie de paseo vespertino y sonando, en general, mucho más divertido de lo que tenía derecho—. ¿Novio, tal vez?

Jake lo fulminó con la mirada. Podía sentir que su temperamento, sobre el que solía tener un control férreo, se deshilachaba un poco.

—Deja de hacer eso, Minjun. Lo dices como si fuera algo que no es.

La sonrisa de Minjun era malvada. Porque él podía hacer eso, de alguna manera. Sonreírle a alguien y hacer que pareciera malvado.

—Pronto nos uniremos en sagrado matrimonio.