Capitulo 113:¡Una Competencia Maravillosa!

78 6 0
                                    

---

—Oye, ¿qué te pareció ese gol?— preguntó Lucas con una sonrisa, mirando a Houllier.

—Bah—. Houllier soltó una ligera exclamación, encogiéndose de hombros. Con su rostro envejecido, este gesto lo hacía parecer más relajado.

—Jajajaja—. Lucas no pudo evitar reírse y luego volvió su atención al campo.

Ya lo había decidido. Después de ese gol, seguramente no quedaba mucho suspenso en este partido. ¡Ellos, Morecambe, iban a derrotar nuevamente a este poderoso equipo! ¡Liverpool!

Al pensar en el éxito que Liverpool alcanzaría en el futuro bajo la dirección de Klopp, Lucas no pudo evitar sentir una sensación de orgullo que brotaba desde lo más profundo de su ser.

Este es su equipo, que ahora ha vencido a Liverpool. En el futuro, avanzará paso a paso, subiendo lentamente a un podio de honor aún más alto. ¡Hasta ganar todos los campeonatos y lograr la hazaña de un Grand Slam!

Su vida después de la travesía estaría completa.

Pensando en esto, los pensamientos de Lucas se detuvieron. No es momento de soñar demasiado, ¡mejor sigue enfocándote en el presente!

En el campo, con el segundo gol de Morecambe, era evidente que los jugadores de Liverpool estaban desanimados. Aunque admiraban al equipo rival y esperaban que Morecambe alcanzara grandes logros, como jugadores, todavía querían vencerlos en la cancha.

Era el espíritu competitivo que los impulsaba.

Sin embargo, la verdad era que cada vez que enfrentaban a Morecambe, este equipo parecía haber subido varios escalones en nivel. Y ahora... ya no podían con ellos.

—¡Piiii!— El árbitro sonó su silbato para reanudar el juego. Michael Owen, delantero de Liverpool, reajustó su ánimo y envió el balón desde el centro del campo.

—¡Ánimo, muchachos!— gritó Gerrard, el futuro capitán de Liverpool, mientras aplaudía para alentar a sus compañeros. —Estamos en Anfield, y aunque perdamos, ¡tenemos que hacerlo con dignidad! Avancemos y, pase lo que pase, ¡conseguiremos al menos un gol!

Las palabras de Gerrard resonaban con honestidad. Sabía que el partido prácticamente estaba perdido, pero no quería decepcionar a los aficionados locales.

—¡Bang! ¡Bang!—. Inspirados por Gerrard, los jugadores de Liverpool recobraron el ánimo y comenzaron a presionar hacia adelante. Estaban en Anfield, no podían decepcionar a su afición.

Alguien dijo una vez que en un club, lo menos importante es la directiva. Luego, viene el cuerpo técnico. Después, los jugadores. Pero, por encima de todos, están los aficionados. Sin ellos, el fútbol no es nada.

Esta es la razón por la que, en algunos lugares del mundo, equipos que no juegan bien todavía reciben grandes sueldos y mucha atención. ¡Porque los aficionados son la columna vertebral del fútbol!

Así que los jugadores de Liverpool, en los últimos minutos, realmente luchaban como si no hubiera un mañana. Corrían sin descanso, hacían sprints completos y jugaban a su máximo nivel, ejerciendo presión constante sobre el arco de Morecambe.

Bajo ese intenso ataque, la defensa de Morecambe comenzó a tambalearse. Después de todo, este equipo europeo era poderoso.

Minuto 78 del partido.

Gerrard, desde su posición como lateral, envió un pase perfecto al área. Michael Owen se adelantó a un joven Ramos y corrió hacia el balón.

—¡Boom!—. Gerrard ejecutó el centro de manera impecable, y Owen voló en una espectacular "palomita", pero el balón, aunque bien dirigido, se desvió por centímetros y pasó a un lado del poste.

—¡Aaahhh...!— gritó Owen, cubriéndose el rostro con las manos, lamentando la oportunidad perdida. Sin embargo, no se dejó abatir por mucho tiempo. Se levantó rápidamente y corrió hacia atrás, listo para el próximo ataque. No había tiempo que perder.

—¡Bang!— Morecambe reinició el juego con un saque de puerta de Cech, quien respiró aliviado. Si ese balón hubiera ido un poco más centrado, estaríamos hablando de otra historia.

Pero el partido no terminaba ahí. Los siguientes minutos se convirtieron en una batalla feroz, con ambos equipos intercambiando ataques y defensas espectaculares. ¡El ritmo del juego era frenético!

Minuto 83. Kaka avanzó con el balón y disparó desde lejos. El balón pasó rozando el travesaño.

Minuto 85. Liverpool obtuvo un disparo desde fuera del área. Carragher, sacrificando parte de su defensa, se adelantó al ataque y lanzó un potente disparo.

—¡Bang!— Cech voló hacia la esquina del arco, desviando el balón. Vidic, atento, despejó el balón antes de que Owen pudiera buscar un remate.

El tiempo se agotaba. Liverpool buscaba desesperadamente un gol. En una última jugada, Ronaldinho envió un pase largo a Cristiano Ronaldo, quien intentó una finta para superar a la defensa, pero su tiro fue atrapado por Reina, el portero de Liverpool.

Reina rápidamente lanzó el balón a Gerrard, quien comenzó a avanzar con determinación. Los aficionados de Liverpool se pusieron de pie, esperanzados de ver un último esfuerzo.

¿Podría Liverpool marcar al menos un gol?

---

"El fútbol es la única religión en la que no hay ateos."—Eduardo Galeano.

---

El Desafío del Fútbol: Fichar a Messi y Cambiar el JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora