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En los días siguiente Minji se comporta tranquila con Haerin. Muchas veces le ha levantado la voz pero siempre se disculpa después. En la escuela, toman sus desayunos juntas. A veces acompañadas y otras completamente solas. La pelinegra la mantiene informada con todos los cambios y movimientos que siente del bebé. A Minji le agrada saber que la omega está feliz con todo esto.

La alfa pica la fruta de su plato, llevándola a su boca. Haerin está frente a ella, comiendo una hamburguesa. Sabe que no es saludable pero tenía antojo de eso. Sus ojos gatunos brillan cuando muerde la jugosa carne.

—Dios, está muy buena —limpia las orillas de sus labios con la servilleta que Minji le ofrece.

—No se me hace saludable —le dice, haciendo una mueca.

—No empieces, Minji —rueda sus ojos.

Como por arte de magia, Danielle, Hanni, Rora y Hyein aparecen, tomando asiento. Minji bufa, fastidiada. Ya se habían tardado.

—Mira que te traje, Hae —Hyein le pasa un pastelito de chocolate y la omega chilla.

—¡Muchas gracias! Quería comprar uno, pero con el dinero que me dio mamá no alcanzó —lo deja sobre su bandeja, a un lado de su desayuno.

—¿Por qué le das eso? —Minji frunce su ceño—. Es mucho dulce para el be-

—Shh —su prima la calla, metiendo una patata frita en su boca—. Deja que la niña disfrute.

Minji mastica la patata, con molestia.

—Bueno... el baile se acerca —Rora dice, desenvolviendo su burrito.

—Tres semanas, síp —Hae concuerda—. ¿Aún no tienes con quién ir?

ㅡNo. ¿Tú tampoco?

—Podemos ir juntas si quieres.

—Por mi está bien —la beta dice, sin tomarle mucha importancia.

—No.

—¿Por qué? —la alfa australiana pregunta, divertida—. ¿Por qué Haerin no puede ir con Rora? Son amigas, no veo nada de malo.

—Porque Haerin va a ir conmigo.

—¿Qué? ¿Desde cuándo que no estaba enterada? —la omega frunce sus cejas.

—Desde ahora, y te estás enterando.

—Eres una tonta, Minji —Hanni se mete—. No debes estar celosa y menos de Rora. Podrías ser al menos un poco romántica, ¿tal vez?

—¿Para qué ser romántica si al final va a decir que sí?

—¿Cómo puedes estar tan segura? —la vietnamita la reta, acercando su rostro.

Kim quiere mostrarle sus colmillos pero Danielle ha halado a su omega contra su pecho.

—Apuesto a que Haerin le gustaría que hicieras algo especial para que le pidas ir al baile —Hyein opina, guiñándole un ojo a la pelinegra—. Si no lo haces tú, yo lo haré.

—¡¿Aló?, sigo aquí! —Kang ondea su mano, pero nadie parece prestarle atención.

—Yo puedo ser romántica —Minji dice, mirando a todas.

—Sí, como no —Rora rueda los ojos.

—¡Se los probaré! —se pone en pie, fastidiada.

—¿Adónde vas? —Haerin le pregunta con la boca llena.

—A planear algo para ti.

—Pero yo sí quiero ir contigo —juega con sus dedos.

—Lo sé, pero haré que sea especial.

Ven aquí, y ámame | CatnipzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora