11

195 19 0
                                    

Habían pasado ya 3 meses en el cual Jungla seguía en coma, Taehyung lo iba a visitar todos los días junto a los señores Jeons, quienes al enterarse de él accidente se deprimieron de una manera horrible, lloraban sin cesar, pero luego de la semana, todo se calmo para bien, sabían que no serviría nada lamentar lo sucedido, que tenían que ser fuertes para ayudar y apoyar a Jungkook, sin embargo, estaba la duda de quien habría atropellado a Taehyung y a Jungkook.

- Tae... se que no quieres hablar del tema, pero necesito que me digas algo.

- Dígame señora Sully.

- ¿no viste de casualidad quien fue el causante de su accidente?

- La verdad es que no recuerdo... lo que se es que era un auto negro... y por alguna razón, siento que el dueño de ese auto era conocido.

- Mmm.. haremos todo lo posible para encontrar a el culpable cariño.

- Muchas gracias señora Sully.

A medida que pasaban los días, la incertidumbre crecía. Taehyung se sentía abrumado; No solo estaba preocupada por Jungkook, sino también por la sombra del misterio que rodeaba el accidente. Cada visita a la sala del hospital se volvía más pesada, pero la presencia de los señores Jeons le daba algo de consuelo.

Una tarde, mientras se sentaba junto a Jungkook, Taehyung miró su rostro sereno y se preguntó cuántas cosas había dejado de decirle. Decidió hablarle en voz baja, como si así pudiera conectarse con él.

-No sé cómo seguir sin ti. La casa no es lo mismo sin ti y ya no quiero ir al colegio solo, por favor despierta Kook..

La angustia se acumulaba en el pecho de Taehyung mientras hablaba, deseando que sus palabras llegaran a Jungkook, donde quiera que estuviera. Cada día, el silencio en la habitación se tornaba más pesado, y el monitor que marcaba el ritmo de la vida de su lindo Kook era un recordatorio constante de la fragilidad de todo.

-A veces siento que deberíamos haber sido más cuidadosos... -continuó Taehyung, su voz apenas un susurro.
- No sé si podré enfrentar el mundo sin ti.

Fue en ese momento que la puerta se abrió, y la señora Sully entró, su expresión era de preocupación.

-Tae, tengo algo que decirte.

-¿Qué sucede? -preguntó, sobresaltado.

-He estado investigando un poco sobre el accidente. Hablé con algunas personas y parece que han visto el auto negro. Hay un testigo que podría saber más.

El corazón de Taehyung se aceleró.

-¿En serio?

-Sí, pero debemos ser cuidadosos, porque no sabemos porque ese tipo llevo el auto a un lugar abandonado.

La determinación de Taehyung se hizo palpable, su mirada reflejaba una mezcla de angustia y resolución.

-No puedo quedarme de brazos cruzados. Jungkook necesita justicia, y yo necesito respuestas -repitió con firmeza.

La señora Sully lo observó con preocupación, pero también con admiración.

-Entiendo cómo te sientes, pero debes tener cuidado. La última vez que investigaste, te metiste en problemas...

-Esta vez será diferente. Solo quiero hacer lo correcto. -Insistió Taehyung, sintiendo que cada palabra lo acercaba más a Jungkook, aunque él aún estuviera atrapado en su propio mundo.

-Está bien, haremos esto juntos. -dijo la señora Sully, dándose cuenta de que no podría disuadirlo. Taehyung necesitaba encontrar la verdad, y ella lo apoyaría en ello.

Hermanos (no) de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora