Ya habían pasado dos días desde que Jungkook estaba en casa, debido a el alta de su coma, pero algo le preocupaba, y eso era el hecho de que veía un tanto decaído a Taehyung.
Tae estaba sentado en el borde de la cama, mirando al suelo con una expresión seria. Kook entró en la habitación y se dio cuenta de que algo andaba mal con la mirada y el actuar de Tae.
-Tae, ¿qué pasa? -preguntó, cerrando la puerta de la habitación de Tae.
Tae suspiró, tomando aire y haciendo señal con la mano para que Jungkook se sentara en la cama junto a él.
- Hace un par de días fue el juicio de la señora Park. Hablé sobre lo que vivimos en el orfanato... sobre todo en general.
-¿Qué juicio? ¿De la señora Park?
- Si... Yoongi me pidió que fuera a testificar en contra de la señora Park, los niños del orfanato me necesitaban y no podía defraudarlos.
- Oh... perdón, yo.. yo debería haber estado allá contigo, acompañándote en todo esto..
- No te disculpes Kook, yo me siento muy culpable por atraer a ese estúpido a nuestras vidas...
- ¿Qué? ¿Bogum? ¿Qué tiene que ver el con todo esto?
- Es otra cosa que te contaré, quizás después...
- Más te vale Taehyung... ahora dime, ¿Qué dijiste en el juicio?
- Pues... primero conté las reglas que nos impuso la señora Park, las de no hacer preguntas, no llorar, no ser débiles... -Sus ojos se oscurecieron al recordad.
- Era un lugar aterrador. Nos enseñó a esconder lo nuestras emociones, lo que en realidad sentíamos.- Lo sé amor, pero ya no esta en nuestras vidas y gracias a ti y a todos los demás, capturaron a esa señora y ya no le podrá hacer daño a ningún niño nunca más.
- Si.. pero no se porque me siento tan culpable, no se porque Jungkook... esa señora era mala y nunca nos tuvo empatía.
- Lo sé osito, y entiendo que te sientas así, ella fue parte de nuestras vidas, pero eso no quiere decir que fuera una buena parte de ella, aún así, ya está pagando todo lo que merece.
Jungkook tenía abrazado a Taehyung y con su mano le daba caricias en la cabeza a Tae, para así poder calmar la culpa y la ansiedad que provocaba la señora Park en el.
-Debió ser difícil estar tu solito cara cara con esa mujer. Perdón por no estar ahí.
- Kook, estaban en el hospital... no pidas perdón, yo debería pedirte perdón, por mi culpa estuviste en esta situación, Bogum fue el culpable de esto, el nos atropelló y ahora esta prófugo, no sabia que hacer Kook... tenia miedo de perderte y no haberte dicho lo mucho que lo sentía, perdón por tratarte de malo, perdón por siempre decir que eras un egoísta, perdón por-
Taehyung fue interrumpido por los labios de Jungkook, un beso que transmitía lo tanto que se habían extrañado, un beso cargado de amor y pasión.
- No tienes la culpa de nada mi osito hermoso, ese bastardo tarde o temprano lo van a atrapar y si eso no pasa, yo mismo lo buscaré y no me va a temblar la mano para darle su merecido.
- Kook, no quiero que lo busques tu ahora solo tienes que preocuparte de estar bien y con una salud impecable, sabes que no falta nada para entrar a la universidad...
- Lo sé, no quiero sepárame de ti ¿Qué si después aparece otro imbécil y no puedo cuidarte?
- Eso no pasará porque nos aceptaron a ambos en la misma universidad...
- ¿Es eso verdad?! no puedo creerlo, estaremos juntos en la universidad!
- ¡Sí ! y adivina que más pasó.
- ¿Qué más? no soy bueno adivinando Tae..
- Ay pero que aburrido Kook, bueno lo otro es que seremos compañeros de cuarto.
- Así si me dan ganas de ir a la universidad.
- Pues le vas a tener que poner ganas a la Uni porque los señores Jeons confían mucho en nosotros.
- Lo sé, voy a ser el mejor abogado y tu serás un hermoso médico.
- Sabes que te amo ¿cierto?
- Yo te amo mucho más mi osito.
Después de todo, siempre gana el amor ¿no?, Después de todo, siempre gana, porque en los momentos más oscuros, su luz brilla con más fuerza, pero no siempre fue así, Taehyung era un niño pequeño e indefenso que sus padres amaban tanto, a Taehyung no lo dejaron abandonado en un orfanato, sus padres eran los seres más hermosos que Tae podría haber conocido, lastima que un horrible accidente le quitara lo único que tanto anhelo, Taehyung no recuerda a sus padres porque el estaba en el accidente, pero fue el único sobreviviente, sin embargo, la señora Park toda su vida le dijo que ellos los había abandonado porque eran muy pobres. Por otro lado, Jungkook era un bebe cuando fue enviado a el orfanato, su madre fue diagnosticada con cáncer, pocos años después, falleció, su padre nunca supo que era su hijo ya que la mujer, madre de Jungkook, nunca le dijo sobre su embarazo y es por eso que fue enviado por su madre al orfanato, antes de que empeorara con su enfermedad. Pero aun así, con todos esos problemas y tormentas que estos dos niños, el destino tenía un plan para ellos. En el orfanato, Taehyung y Jungkook se cruzaron en un momento crucial, como si el universo hubiera decidido unir sus caminos. Taehyung, con su sonrisa inocente y su risa contagiosa, iluminó los días grises del orfanato, mientras que Jungkook, aunque reservado, poseía una dulzura que atraía a todos a su alrededor. Poco a poco, comenzaron a encontrar consuelo en la compañía del otro, creando un vínculo profundo que iba más allá de las palabras. Ambos soñaban con un futuro mejor, compartiendo secretos y risas en las noches estrelladas, imaginando que un día tendrían una familia que los amara incondicionalmente. Con cada día que pasaba, su amistad se transformaba en un refugio seguro, un lugar donde podían dejar atrás el dolor de su pasado.
A pesar de las adversidades, el amor que cultivaron se volvió su mayor fortaleza. En su corazón, llevaban la esperanza de que, después de todo, el amor siempre ganaría, y que juntos podrían superar cualquier tormenta. Si importar lo demasiado que discutieran, o lo mucho que Taehyung siempre hiriera el corazón de Jungkook con sus palabras que de apoco soltaban un veneno horrible, e incluso el hecho de que Jungkook siempre tratara de alejar a Taehyung porque sabia que nunca seria bueno para la vida de Taehyung.
Taehyung, en su torpeza emocional, a menudo decía cosas que herían a Jungkook, palabras que parecían salir sin pensar. Pero en el fondo, no era maldad, sino un miedo profundo a perder a alguien que ya había perdido tanto. Por su parte, Jungkook se enfrentaba a sus propios demonios, luchando con la idea de que su amor podría traer más dolor a la vida de Taehyung, un chico que ya había sufrido tanto. Sin embargo, cada discusión era una oportunidad para crecer. Tras cada pelea, después de las lágrimas y los gritos, había un momento de silencio en el que ambos se encontraban. Un abrazo tierno, una mirada cargada de entendimiento, y de repente, todo volvía a la calma. A medida que pasaba el tiempo, Jungkook comenzó a darse cuenta de que el amor que sentía por Taehyung era un refugio, no una carga. Así, en sus momentos más oscuros, cuando la tristeza parecía abrumarlos, encontraban la manera de volver a brillar. Era un amor imperfecto, lleno de altibajos, pero también de una conexión auténtica que se negaba a romperse. Se prometieron que, sin importar las tormentas que enfrentaran, se sostendrían el uno al otro, porque, al final, el amor siempre tiene la fuerza para sanar.
El amor puede ser un fuego que quema y hiere, que con tan solo sentirlo puede dejar cicatrices profundas, una herida tan desgarradora, pero también es la luz más hermosa que ilumina los rincones más oscuros de nuestra vida. Solo hay que vivir, sin miedo a perderse, porque en cada latido hay una oportunidad de encontrar la belleza en lo efímero.
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Este es mi final a una adaptación que al principio no sabia como llegar a plantear en un fanfic.
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Hermanos (no) de sangre
RandomTaehyung siempre cree que su no hermano arruina todo lo que alguna vez está a su alcance