8

308 29 0
                                    

Algo había cambiado esa noche, los dos lo sabíamos. Aún así, retrocedimos a como éramos antes, como cuando éramos pequeños.

También con Bogum había cambiado todo, ya no le dirigía la palabras, ya que me había enterado que yo era una simple apuesta con sus amigos. Lamentablemente nos veíamos en el colegio, pero no cruzábamos palabras, tal vez unas que otras miradas, pero yo trataba de evitarlas todas.

Al menos tenía a Jimin y a mi nueva amiga Lisa, mejor amiga de Jimin, ella era tan simpática, ambos lo eran, si no fuera por este par, me sentiría completamente solo.

Hoy 1 de septiembre es el cumpleaños de Jungkook, tenía que ir por su regalo, aunque no le gustaran los regalos, sabía y tenía en mente lo que definitivamente si le podría gustar y que pudiera aceptarme el regalo esta tarde.

Los señores Jeons tenían un almuerzo sorpresa para Jungkook y una noticia para ambos.

- Taehyung! Ey espera!

- Tengo prisa Bogum.

- Solo déjame decirte la verdad por favor, ya pasó un mes desde que me evitas.

- Jungkook ya me dijo todo, no hay de que excusarse.

- Jungkook aquí, Jungkook allá, ¿Puede tu hermano dejar de estar en medio de nosotros?

- No, Jungkook es parte de mi vida y quiero que lo siga siendo.

- ¿Y yo?

- ¿Tú? Que descarado eres Bogum, tu y yo ya no somos amigos, de hecho, ya no somos nada, eres un mentiroso y no te quiero en mi vida.

- Taehyung...

- Me voy y espero que no me vuelvas a dirigir la palabra, porfavor.

- Espera!

Bogum tenía sujetada la mano de Taehyung, lo que no se había dado cuenta era que este traía el regalo de Jungkook, que era un tanto delicado, pero  por el agarron de mano, la bolsa estampó en el suelo, dejando un regalo roto y un Taehyung muy molesto.

- Bogum! Rompiste el regalo de Jungkook.

- Perdón, yo no lo hice con intención, si quieres puedo comprar otro.

- Era el último que había en la tienda y ya no hay nada que le pueda gustar a Jungkook, el odia los regalos, este era el único que podría ser de su agrado.

- Yo enserio lo siento.

- Ya me voy.

Bogum nunca podría comprender, para el era un simple regalo, pero era el único que podría ser aceptado por Jungkook, era una esfera  que significaba lo que tanto amaba Jungkook, los conejos,  Jungkook consideraba a  los conejos  como su animal favorito. Su madre le decía conejito de porcelana, una vez me contó que su madre le contaba cada noche la historia del conejo y la tortuga, le daba su beso de buenas noches y el podría dormir muy bien, pero un día, ya no hubo más cuento, más besos y sus noches se convirtieron en pesadillas, donde el estaba despierto.

- Tae cariño, te presento a Mingi y a sus padres muy amigos míos.

- Hola Taehyung, ¿Cómo has estado con este par de señores?

Hermanos (no) de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora