Lujuria || Railo || + Temp 2 || PAUSADA

Capitulo 9: ¿Mañana?

—5 minutos después—

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Rai salió rápidamente del baño, estaba algo desorientada con la situación que aún sentía a esa chica a su lado susurrándole. Era un sombra que no desaparecía a menos que ella directamente la enfrentara. Al salir al exterior encontró solo a Capri sentada mirandola extrañada, ya no estaba esa morena y su amiga, se habían esfumado...

La rizada tenía la impotencia de no lograr ver a su ex novia. Realmente quería saber de ella y tocar su piel otra vez, sentía que con solo tenerla al frente podría hacerle perder la cabeza pero aún tenía un problema. Capri...

La rubia aún la veía rara por lo que Rai se acercó y pidió que se fueran.
La chica aceptó pero cada vez tenía más dudas, aún no se le olvidaba lo de la noche anterior y eso la molestaba.

Subieron al auto y ningúna habló, eran ellas y el silencio; un silencio obvio de que había pasado algo y que no se quería hablar. Solo el sonido del motor y la ciudad era lo que se podía escuchar y ya. Solo eso.

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—¡Alondra dios!

—Angie, entiende que lo hice por algo

—Dejamos al mesero con la comida ahí y ya, me dió incluso fatiga

—Si pero fué por una buena causa, enserio

—¿A sí? ¿Cuál es la causa?

Alondra no podía responder eso, no se sentía lista para revelarle a Angie su pasando, aún no.

—Luego te diré, yo me iré a dormir

Angie la miró furiosa.

—¡A la próxima dime que te quieres quedar acá y no me haces perder el tiempo! —Grito mientras la morena desaparecía—

Una vibración en su celular la interrumpió, al sacar el móvil se encontró con un mensaje de Rai, ¿Porqué? No sabía.

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–Hola Angie, disculpa, ¿podríamos vernos algún día? Con tu amiga si es posible.

–Oh, hola Rai, si puede ser, déjame hablarlo con ella, ¿por qué? ¿Pasó algo?

–No no, nada jajaja, solo... ¿Una salida de amigas?

—Angie extrañada miro las letras, las intenciones parecían ser diferentes pero las ignoro—

–Si claro, bueno nos vemos mañana talvez, de ahí te informo.

–Nos vemos Angie

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¿Que demonios? Tenía algunas dudas pero las ignoro nuevamente, ahora debía preguntarle a Alo si quería o no.

Fué nuevamente con la morena para la habitación encontrándosela sonriendo mientras cerraba sus ojos, parecía pérdida en algún tipo de pensamiento pero eso era lo que menos le importaba a Angie.

—Oye Umpierre

Alondra la miró con algo de molestia.

—Adivina quién quiere salir mañana

La morena frunció el ceño.

—Rai

Alo casi se atora con su propia saliba al escuchar eso, si Rai quería salir con ellas debía ser por algo, y ese algo probablemente era ella.

—¿Mañana... En serio? —La rubia tenía algo de nervios al tener en cuenta lo que iba a suceder—

—Si, yo puedo, ¿tú?

—Yo... —Que se supone que debía hacer ahora, tenía a su ex novia esperando por ella y a pesar de no saber que podía pasar, en cuatro años una persona puede cambiar mucho, demasiado, con solo ver su actitud esa vez en el baño presenciaba cosas, y para que mencionar esa actitud caliente en sus palabras, ¿la había cagado? No sabía— Si, está bien...

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—Pov Rai—

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Quería verla, quiero ver a Alo, necesito tocarla y verla como antes, extraño esos labios y esas caricias delicadas y rudas que me enloquecían. Recién caí en cuenta de quién había nombrado ese día en el sofá, y era raro; era raro que mi mente la recordara pero yo no. Tantas veces que la tenía enfrente y no la lograba reconocer, me sentía estúpida, pero tenía muchos problemas ahora.

Esa rubia platinada que la había aceptado como mi novia era una persona con sentimientos que no quería romper, pero que haré si tengo a la chica que me enloquecía hace unos años y a otra que es hermosa y fiel a todo lo que le pongan frente a sus ojos. Tenía muchas cosas en la cabeza y sentía como de a poco mis pensamientos hacían que sudara descontroladamente por todas partes. Parecía loca.

El sonido de la puerta de la habitación abriendose interrumpió mi mente, era Capri cuál se veía cansada, justo me acordé que ni disculpas le había dado...

—Voy a dormir... ¿Estarás conmigo?

La miré apenada.

—Si, si dormiré contigo

Ella sonrió.

—¿Mañana quieres hacer algo conmigo?

Mierda.

—N-No puedo... Tengo planeado otra cosa

—Ah...

—Perdón...

—Si buenas noches...

Estaba molesta, lo presentía, y ella no tenía la culpa de estarlo.

Sin más me dormí ambas dándonos la espalda sin mirarnos, y pensar que esto fué por una estupidez me hace sentir peor.

Ay Alondra Michelle... No me cambies la vida...

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Perdón, no sé si podré seguir escribiendo lujuria, debo darle estructura y no quiero que nada tenga sentido, les aviso cualquier cosa, los amo