DRIVE ME CRAZY, PLEASE.

CAP: 9/15.

Veintidós de diciembre, esas hermosas vibras de Noche Buena se sentían al pasar el viento helado.
Beomgyu y Taehyun se encontraban aún en sus vacaciones, en su último día en Japón. Viajarían a Seúl mañana, para preparar todo lo que se venía.

(Para Gyu, lo que se venía era: Terror, miedo, vergüenza, incomodidad, etc. Cualquier sentimiento relacionado a éstos.)

Conocería a sus suegros ¡Su suegros, entendés! Es un montón. Si son como Hyun dice, así de reservados y serios ¿Cómo reaccionarían al ver que el novio de su hijo es un rockero de cabellos largos desteñidos, eh?
¿Ese es el tipo ideal pensado? ¡No! Ellos quieren un hombre, H O M B R E de negocios. Ellos quieren ver eso.
Y Gyu, no estaba ni cerca de serlo.

Hyun armaba sus maletas, dejando en la habitación sólo lo necesario para la última noche.
Sintió un pequeño sollozo detrás de él. Se preocupó, y volteó a mirar.
Era Gyu, estaba sentado en la cama, totalmente perdido. Con todas sus cosas tiradas por el suelo, y la maleta a un lado.
- No quiero volver... ¿Podemos quedarnos un día más? - Dijo él, sin mirar a Tae a los ojos.

- ¿Un día más? Pero cielo, mañana ya es veintitrés... No llegaremos a organizar la cena de Noche Buena... Debemos volver ¿Qué pasa? - Preguntó Hyun, sentándose a su lado.

Lo miró, desanimado.
- ¿No tienes ganas de ordenar? Tranquilo Gyu, yo lo hago...

- ¡No! - Beom lo miró. - ¡No quiero presentarme ante tus padres así! ¡Mira lo que soy, soy un asco!

Tae lo miró, confundido.
- ¿Un asco, Gyu? ¿Quién te hizo pensar eso? - Hyun no pudo evitar reír bajo. - Beomgyu, tenemos muchos espejos ¿No te haz visto? Eres el chico más guapo que cualquier persona podría cruzarse.

Gyu secó sus pequeñas lágrimas.
- Pero no soy ese chico para tus padres... - Dijo, desanimado completamente. - Mira lo que soy Taehyun, hace años no me corto el cabello, tengo moda desalineada, el dinero que tengo lo hice rockeando, no estudio, actualmente no trabajo... ¿Qué soy para ellos? Un perdedor, completamente un perdedor...

Tae suspiró, y le dió un abrazo.
- Eres mucho más que eso. Por dios Gyu, apenas tienes dieciocho años, no tienes que cumplir las expectativas de todos... Eres perfecto, eres genial. Les encantarás a mis padres.

Beom suspiró, dejando salir toda esa angustia.
- ¿Tú crees? - Lo miró a los ojos, luego de ese abrazo.

- Yo lo sé. - Confirmó su novio, sonriendo.

Veintitrés a la madrugada, específicamente eran las tres. Estaban esperando el avión hacia Seúl, en el aeropuerto de Japón.
Gyu dormía como un bebé al lado de Hyun, que este se encontraba con mucho sueño también, pero no podía dormirse, él debía ver y estar atento para cuando los llamaran para tomar su vuelo.

Al cabo de unos minutitos, los llamaron.
- Gyu, Gyu, es hora de irnos. - Lo despertó, de la manera más delicada posible.

Beom se despertó, y junto a su novio caminó hacia el avión. Al subirse, se recostó en el asiento asignado.
- Por suerte, el vuelo no durará muchas horas. Si me duermo, despiértame al llegar. - Pidió, y Hyun asintió.

Ahora eran casi las dos de la tarde. La pareja se encontraba en las conocidas calles de Seúl, comprando cosas para la gran cena de mañana.

- Aún estoy nervioso... ¿Cómo es tu mamá? - Preguntó Beom.

Tae sonrió.
- ¿Mamá? Mamá es excelente... Es muy dulce, amorosa, empática... Es divertida y sincera.

- Oh, es como tú. - Dijo Gyu de una manera muy tierna para Taehyun. - ¿Y tu padre?

- Mmmm... Papá es más serio. Frío, reservado, fuerte... Callado y egocéntrico. Es difícil.

- Oh, no es como tú. - Dijo sin dudarlo, Beomgyu.

Tae rió leve.
- No, no soy como él. Y eso es realmente genial.

Mirando los estantes, los diferentes puestos de variedades, a Hyun le llamó la atención algo.
- Ya vuelvo, cielo ¿Y si pasas a ver algo de comida? Lo que te guste estará bien. Mis padres no son delicados.
A Gyu le pareció bien, y se alejó un poco.

Taehyun, se acercó a una mini tienda, en donde atendía un señor mayor.
- Hola, señor, buenas tardes. - Saludó Tae, con máximo respeto y reverencia. - ¿Cuánto sale ésto?

En sus manos, había una linda guitarra color esmeralda.

- Oh, esa es nueva. Acepto dólares, no wones... Si no me equivoco, esa guitarra sale 200.000 dólares en pago directo.
Habló el señor, mirando a Taehyun sonriendo.

- ¿Doscientos mil dólares? - Hyun sintió una puñalada en su corazón; Bueno, en su billetera. - Me la llevo, señor ¿Me la podría envolver como regalo?

- Claro, como no. Al parecer alguien pasará una hermosa navidad con este gran regalo. Debes amar mucho a esa persona. - Dijo el mayor.

Taehyun asintió, sonriendo dulcemente.

- Aún no entiendo qué carajos tienes ahí.

Habló Beomgyu, mientras ordenaba las cosas compradas esa tarde.

- Regalo para mi madre. - Volvió a aclarar Hyun. Notablemente nervioso.

- ¿Pues qué le regalas? ¿Un aire acondicionado? - Gyu intrigado miró la bolsa de regalo. - No entiendo. Además, los regalos son para los niños.

- Sólo quiero regalarle algo a mamá, le debo mucho. Y no, no es un... Aire acondicionado. - Habló de nuevo, Tae.

Se cansó de las preguntas, así que llevó el regalo a una habitación lejana. Se encargó de cerrarla con llave y ocultar esta.
- No más preguntas.

Y el resto del día, por un lado Taehyun limpiaba y ordenaba el departamento para darles una buena impresión después de mucho tiempo a sus padres,
Mientras que Beomgyu, se preparaba mentalmente y se arreglaba el cabello para conocer a sus suegros mañana.