Casarse

8. Puedes decirlo si no quieres

El viento era muy fuerte por la noche y el sonido de las olas silbaba en sus oídos.

Cuando Xin Rong volvió a hablar, no tuvo más remedio que acercarse a Shao Chengyun: "... ¿Shao siempre hizo arreglos deliberadamente para que yo apostara, para que perdiera contra otros?"

Mientras hablaba, exhaló un poco de aire caliente, que rozó las orejas de Shao Chengyun. Parece una broma involuntaria, pero efectiva.

Después de escuchar esto, Shao Chengyun bajó la mirada y sonrió en silencio.

Xin Rong no es tan tonto, lo que lo deja bastante satisfecho. Sería demasiado aburrido coleccionar jarrones, pero las pequeñas cosas siguen siendo inteligentes.

Shao Chengyun dijo sin prisa: "¿Así es como piensas?" Sus brazos se apretaron, sin dejar que el chico que ya estaba cerca de él se fuera.

Xin Rong dejó de responder de nuevo, ya que este no es un lugar para hablar, si You Feng puede escucharte a través de la pared, arruinarás los asuntos de Shao Chengyun. Además, Shao Chengyun lo abrazó con demasiada fuerza y ​​​​no tuvo tiempo de pensar en otras cosas.

"Señor Shao... otros lo verán..."

Después de beber, Xin Rong se escabulló para ducharse de nuevo. Solo llevaba una camiseta ligera y no resistía el frío, por lo que su cuerpo instintivamente quiso acercarse a Shao Chengyun, la fuente de calor. Pero el hilo de la racionalidad en su mente todavía estaba precariamente tenso, recordándose a sí mismo que no debía sobrepasar las reglas.

Pero Shao Chengyun no lo dejó caer una y otra vez, lo acorraló con facilidad y le dijo: "¿Tienes miedo de que te vean...? ¿Por qué tienes miedo de que te vean?"

Xin Rong no pudo responder y continuó mirándose en silencio. Shao Chengyun agregó: "Si es una relación legítima, entonces no hay necesidad de preocuparse, ¿verdad?"

Xin Rong no podría vencerlo cuando esté sobrio, y mucho menos medio borracho ahora. Para no hablar demasiado, simplemente dejó de hablar.

Shao Chengyun se quedó quieto y no se fue, y a Xin Rong le resultó difícil irse solo. Hasta que Shao Chengyun le preguntó: "¿Tienes una cita?"

En definitiva, Shao Chengyun sigue teniendo la ventaja. Los antecedentes que descubrió su madre, Lin Ying, no son infalibles. Si Xin Rong tuviera a alguien en su corazón, no lo obligaría.

Xin Rong no emitió ningún sonido, solo negó con la cabeza.

"¿Hablaste de eso antes?", preguntó Shao Chengyun nuevamente.

Xin Rong sonrió un poco avergonzado, pero aun así negó con la cabeza.

En los últimos años, debido a la enfermedad de su madre, la falta de dinero en casa y las dificultades en sus estudios, la vida de Xin Rong ha estado agitada. Incluso si tiene un admirador, pueden perseguirlo con vigor, pero no puede hablar de amor y no tiene ese tipo de pensamiento y tiempo libre.

"Eso es todo". Tan pronto como el hombre terminó de hablar brevemente, la mandíbula de Xin Rong se apretó antes de desviar la mirada.

Xin Rong se quedó paralizado por un momento, antes de que tuviera tiempo de esquivar, esa mano fuerte lo controló, sin permitirle girar la cabeza para esquivarla. Un beso aterrizó inmediatamente en los labios.

Xin Rong fue besado con los ojos abiertos.

El hombre que lo besó era profundo, experimentado y paciente, y podía darle más que un simple beso.

Xin Rong estaba rodeado por él, una de las manos del hombre presionó su mano en la barandilla, presionó firmemente entre sus cinco dedos, apretó su mano debajo de su palma y frotó lentamente su mano con las yemas de los nudillos. Sus labios estaban muy juntos y se frotaron durante unos segundos antes de que los labios temblorosos de Xin Rong se apartaran, lo que lo obligó a aceptar una exploración más profunda.