Casarse

5. Si estás preocupado, puedes cerrar la puerta

¿Qué hay que procurar?

Xin Rong luchó por recuperar la compostura por un momento.

Shao Chengyun se puso de pie y caminó alrededor del largo escritorio hacia él. Extendió su mano y envolvió sus brazos alrededor del hombro de Xin Rong.

Xin Rong no esperaba que hiciera ese movimiento y todo su cuerpo se congeló ante el contacto. La palma de Shao Chengyun estaba caliente. El calor se filtró a través de la tela de su ropa y se pegó a la piel de Xin Rong como pegamento.

Guió a Xin Rong dos pasos hacia el dormitorio de invitados. Abrió la puerta con la otra mano y de inmediato pudieron ver los muebles del interior.

"Los dos dormitorios son individuales y no están conectados. Si estás preocupado, puedes cerrar la puerta por la noche", dijo Shao Chengyun, soltando a Xin Rong.

Su mandíbula era firme, pero eso no impedía que su rostro fuera atractivo. De hecho, le agregaba el carisma de un hombre maduro a todo su ser. Ya sea que Shao Chengyun lo haya hecho para convencer a Xin Rong de que se quedara o no, inconscientemente habló en un tono persuasivo cuando le dijo a Xin Rong que podía cerrar la puerta con llave cuando se fuera a dormir.

Xin Rong no había experimentado este tipo de escenario antes y para él, se convirtió en un caos y algo que no se podría haber evitado. Shao Chengyun estaba detrás de él. Shao Chengyun exudaba un aura fuerte y parecía como si estuviera tratando deliberadamente de disminuir esa aura para parecer menos intimidante. Esa misma aura estaba envolviendo a Xin Rong. Xin Rong se quedó aturdido por unos segundos antes de decir: "Quiero regresar y agarrar algo. Si estás de acuerdo, me quedaré a pasar la noche".

Al principio no parecía que se tratara de una petición especial. Shao Chengyun pensó que iba a recuperar sus pertenencias personales, como su pijama o un cargador, así que accedió. "Adelante".

Xin Rong no dio más explicaciones y siguió adelante. Después de unos minutos, Shao Chengyun escuchó que llamaban a la puerta y fue a abrirla. Xin Rong estaba afuera, abrazando un pequeño tanque.

Shao Chengyun frunció el ceño al principio, pero luego se echó a reír. "¿Está permitido que algo así pase a bordo?"

Había una pequeña tortuga de estanque en el tanque que se balanceaba junto con el movimiento del agua en perfecta sincronización.

Xin Rong resopló. "Está bien siempre y cuando los colegas responsables del control de seguridad den luz verde. Una tortuga mascota no haría daño a nadie".

Xin Rong comenzó a criar tortugas de estanque desde que su madre enfermó, y han pasado más de cuatro años desde entonces. Para Xin Rong, la tortuga era su compañera. Sin ella, Xin Rong tendría dificultades para conciliar el sueño por la noche. Al principio, la escondía en secreto en su bolso y la llevaba a bordo. Más tarde, cuando conoció a sus colegas, las personas a cargo de la inspección antes de embarcar en el crucero hicieron la vista gorda ante la tortuga.

Shao Chengyun lo dejó entrar a la suite y miró nuevamente a la tortuga antes de preguntar: "¿Tiene nombre?"

Xin Rong respondió. "123". Después de una pausa, repitió. "123". Al mismo tiempo, puso su dedo en el tanque y no estaba seguro de si la tortuga podía escuchar el movimiento, pero se movió lentamente hacia la dirección del dedo de Xin Rong.

La sonrisa en los labios de Shao Chengyun se ensanchó. El chico lindo frente a él crió en secreto una tortuga llamada 123. No estaba seguro de qué parte de todo el asunto lo desencadenó, pero no pudo contener la risa. "¿Aún así te atreves a traerme la tortuga?"　

Xin Rong entró en la suite y caminó hacia el dormitorio de invitados mientras decía: "¿Acaso al presidente Shao le importan asuntos tan triviales? Si me despide solo por esto, solo puedo denunciarlo por abusar de su cargo para acosarme..."