╰━━━━━∙⋆⋅⋆∙━━━━━╯Después de la victoria, el bullicio de la pizzería resonaba a su alrededor, pero para Paige y Lynn, el momento de celebración había pasado sin que pudieran compartir lo que realmente sentían. La cena había sido una mezcla de risas y felicitaciones, pero entre todas las miradas y los abrazos, las dos habían encontrado la manera de no cruzar palabras, intercambiando solo miradas furtivas que cargaban con significados no expresados. Era como si la emoción del triunfo no pudiera borrar la tensión que aún existía entre ellas.
Una vez que la cena terminó y el grupo se dispersó, Paige se quedó afuera, intentando desesperadamente que su hermana cogiera el teléfono. Las luces de la pizzería brillaban cálidamente, pero ella se sentía fría y sola.
—¿Dónde estáis? —preguntó al recibir respuesta de su madre.
—Después del partido, el coche nos ha dejado tiradas, cariño. ¿No te puede llevar nadie a casa?
—No, todas se han ido —se quejó Paige, sintiendo la frustración crecer en su pecho—. Da igual, volveré caminando.
Colgó el teléfono, suspirando mientras miraba a su alrededor. Fue entonces cuando, como si el destino hubiera querido jugar a su favor, vio a Lynn salir del baño. Sus miradas se encontraron, y en ese instante, la distancia que las separaba parecía desvanecerse.
Lynn, armándose de valor, se acercó con un paso decidido. —¿Pasa algo? —preguntó, al ver a Paige allí sola.
—Mi madre y mi hermana no van a poder venir a por mí, me toca volver sola —respondió Paige, evitando el contacto visual, sintiéndose un poco vulnerable.
—Yo te puedo acompañar a casa si quieres —ofreció Lynn, con una timidez que contrastaba con su habitual confianza en la cancha.
—Pues yo... te lo agradecería —respondió Paige, sintiendo un alivio en su pecho al aceptar la oferta. Sin más palabras, comenzaron a caminar juntas.
A medida que avanzaban, el silencio entre ellas se hacía más pesado, cada paso cargado de cosas que necesitaban decirse pero que no sabían cómo abordar. Pasaron por un parque desierto, iluminado solo por las farolas y la luz de la luna, que brillaba con intensidad, creando un ambiente perfecto para una conversación sincera.
Finalmente, Paige, reconociendo que era su responsabilidad iniciar la charla, respiró hondo y decidió dar el primer paso. —Lo siento por todo —se disculpó, directa y sin rodeos.
Lynn la miró, sorprendida, pero la calidez de su voz le dio tranquilidad. —Hemos ganado el partido, no te preocupes. Y en parte ha sido gracias a ti; lo hemos hecho juntas —dijo, intentando restarle importancia a la tensión anterior.
—Sí, pero... sé que te hice daño, ya me entiendes... —comenzó Paige, sintiendo que las palabras se le atascaban en la garganta—. No debí de tratarte así en la cancha.
—Yo tampoco. Yo te enfadé siendo una idiota —respondió Lynn, sus ojos reflejando una mezcla de frustración y vulnerabilidad—. Pero no me gustó sentirme tan vulnerable. Yo no sabía qué hacer con mis sentimientos, Paige... nunca había sentido esto antes.
El aire se volvió denso mientras ambas procesaban sus palabras. Paige sintió que el peso del pasado comenzaba a aligerarse, como si finalmente pudieran mirar hacia adelante.
—A mí también me asustaron mis sentimientos —admitió Paige, dando un paso hacia la honestidad que había eludido por tanto tiempo
La atmósfera entre ellas se cargó de una tensión palpable. Paige se acercó a Lynn, su mirada fija en ella, y notó cómo la tensión se apoderaba de la chica, como si el aire a su alrededor se volviera denso. Lynn se sintió más nerviosa que nunca; había algo en la cercanía de Paige que la desarmaba, una mezcla de admiración y confusión.
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𝔒𝔳𝔢𝔯𝔱𝔦𝔪𝔢 𝔥𝔢𝔞𝔯𝔱𝔰━━━━━ Lynn Loud.
Fanfiction𝕺𝖛𝖊𝖗𝖙𝖎𝖒𝖊 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 - dos corazones en juego,una sola victoria.