Gianna
Mis manos recorren mi abdomen y lo siento.
Siento mi cuerpo.
Siento la dimensión que ha tomado.
Siento como si hubiese crecido en tan solo quince minutos.
Es imposible lo se pero los pensamientos intrusivos no ayudan y tomo dimensión de cada gramo de comida que consumí y cada caloría que tenía también.
El tacto caliente de mis manos recorren tanto mi abdomen como mis caderas y poco a poco van agarrando la piel sobrante de ellos.
No dejo de hacerlo por más que lo intente, sigo pellizcando mi piel.
Tomo conciencia de mi cuerpo y el cambio que tal vez no hay pero yo lo siento así.
Y eso por dar permitidos de más.
Estoy tirada en mi cama recordando la última vez que me sentí así y la promesa que me hice.
No lo extrañaba para nada la verdad.
¿Cuántas calorías tenía esa lasaña?
¿Cuánto has comido?
¿Porqué nos hiciste eso?
No puedes ser tan animal al comer.
¿No te das cuenta de lo que provocas?
Esa porción era demasiado para nosotras.
No puede ser que siempre hagas lo mismo.
¿Porqué aún lo tienes en el estómago?
¿Porqué lo toleras?
¿Eres estúpida? Mira lo que has hecho.
Las voces en mi cabeza siguen reclamando mientras yo intento convencerme de que no fue un atracón. Porque en realidad no lo fue solo comí normal, pero en estados vulnerables mi mente siempre me juega una mala pasada.
Has arruinado nuestro cuerpo otra vez.
Con ese último pensamiento mis pies cobran vida propia y emprenden un camino hacia el baño.
Sin querer, ni tomar conciencia de lo que hago mis rodillas se doblan y poco a poco tocan el suelo. El frío de la cerámica toca mis manos y me eriza la piel de todo el cuerpo.
En este momento no se nada, ni porque deje de hacer esto ni cuándo fue la última vez. No sé siquiera que es lo que estoy haciendo.
Me inclino, apoyo un brazo y lentamente mis dedos se humedecen con la saliva, los mismos tocan el fondo de mi garganta y me da la primera arcada. Las lágrimas llenan mis ojos y el mal sabor a ácido anunda mi boca.
Largo todo. Tanto las lágrimas como todo lo que comí. Ya no puedo parar. Lo hago hasta que mi estómago se vacía por completo.
Cuando termino tomo conciencia de la realidad de la situación y que esto no es un mal sueño ni un viejo recuerdo, es el aquí y ahora conmigo rompiendo una gran promesa, es el aquí y ahora conmigo arruinando lo que quedaba de noche.
Otra vez.
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Cadenas De Verano
Novela Juvenil¿que haces cuando no sabes que hacer? ¿Que rumbo eliges cuando no tienes ninguno en claro? Gianna esta perdida en los laberintos de su mente y de su vida. Así que hará lo que mejor sabe hacer. Correr.