Capitulo cinco.

599 140 186
                                    

🌷

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🌷. . Ambos sabían que algo más fuerte estaba naciendo entre ellos. ★


El sol comenzaba a deslizarse por el horizonte cuando Stella, sentada bajo un viejo árbol en uno de los jardines del castillo, se concentraba en los pequeños trazos de su cuaderno. El suave sonido de las hojas moviéndose con la brisa la rodeaba, pero su mente estaba enfocada en otra cosa, o más bien, en otra persona: Tristan. La forma en que su cabello se movía cuando corría, cómo sus ojos se iluminaban cuando encontraba algo emocionante, y la sonrisa que parecía llenar cualquier habitación donde entraba. Esbozaba cada uno de esos detalles con delicadeza en su libreta. Aunque le daba un poco de vergüenza admitirlo, dibujarlo la hacía sentir más cerca de él.

"¡Flor!" La voz alegre de Tristan rompió la serenidad del momento, y el corazón de Stella se aceleró.

Sin pensarlo dos veces, cerró su cuaderno de golpe, sus mejillas encendiéndose. "¡Oh no, no, no!", pensó rápidamente y escondió su cuaderno a sus espaldas.

Tristan apareció entre los arbustos, sonriéndole como si fuera un sol brillante que había estado buscando todo el día. Detrás de él, un trío de niños seguía sus pasos. Uno de ellos era Chion, a quien Stella ya conocía bien. Junto a él estaban dos niños que no había visto antes: una niña de cabello largo y rosado que la miraba de manera algo distante, y un niño de semblante tranquilo con una expresión amable.

"¡Ahí estás!" dijo Tristan, acercándose con pasos enérgicos. "Estaba buscándote por todo el castillo, Flor. ¿Qué haces aquí?" preguntó, curioso, mientras inclinaba la cabeza hacia el cuaderno que ella sujetaba tan fuerte.

Stella rió nerviosamente, escondiendo el cuaderno tras su espalda. "Oh, nada importante... solo dibujando un poco" respondió, tratando de sonar casual.

Tristan le lanzó una mirada dudosa, pero decidió no insistir. "Bueno, quiero presentarte a algunos de mis amigos" dijo, señalando al grupo detrás de él. "¡Este es Jade!" dijo, señalando al niño tranquilo, "e Isolda" añadió, presentando a la niña de cabello rosado que no dejaba de mirarla de reojo.

Stella sonrió con dulzura y se levantó rápidamente, sacudiéndose un poco las hojas que se habían pegado a su vestido. "¡Es un placer conocerlos!" dijo con entusiasmo, haciendo una pequeña reverencia que hizo que su cabello cayera sobre sus hombros como una cascada.

Jade sonrió y asintió. "Un placer, Stella. Tristan nos ha hablado mucho de ti."

Isolda, sin embargo, apenas esbozó una sonrisa y respondió con un tono frío. "Encantada... supongo."

La respuesta de Isolda hizo que Stella parpadeara un par de veces, pero decidió no darle mucha importancia. Quizá solo estaba teniendo un mal día. Después de todo, a veces las personas necesitaban tiempo para abrirse. Sonrió aún más, decidida a ser amable.

"Y, por supuesto, ya conoces a Chion" añadió Tristan con una sonrisa, sin notar el cambio en el aire.

Chion, que había estado cruzado de brazos y mirando en otra dirección todo el tiempo, se limitó a gruñir en respuesta. "Sí, claro "dijo, sin siquiera mirar a Stella. Pero ella, en lugar de ofenderse, sonrió de nuevo. Ya se había acostumbrado a los modos bruscos del chico. No es que lo entendiera, pero prefería creer que simplemente necesitaba un poco de dulzura.

Daylight ♡ Tristan LionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora