↳ cinco punto cinco.

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🌷. . Todos necesitan algo de dulzura en su vida, ¿no crees?. ★


Bajo el cálido sol del mediodía, el jardín del castillo de Liones se extendía como un mar de colores vibrantes. Las flores danzaban suavemente con la brisa, sus pétalos capturando la luz y reflejándola en destellos. En una esquina tranquila, una figura menuda estaba sentada en la hierba, rodeada de cuadernos y lápices. Stella, con su usual energía, estaba concentrada dibujando las flores frente a ella, sus dedos moviéndose con delicadeza sobre el papel mientras creaba torpes pero dulces retratos de la naturaleza a su alrededor.

No muy lejos, Chion caminaba por el sendero de piedra, su mente ocupada en pensamientos mucho más serios. Su expresión, como siempre, era dura y distante, sus ojos azules no mostraban otra cosa que frialdad. Desde el primer momento en que la vio, su ceño se frunció ligeramente. Era una niña que no reconocía, y en su mente ya había decidido que no pertenecía a ese lugar.

"¿Otra plebeya entrometida?" pensó con desdén, ajustando la lanza sobre su espalda. No estaba dispuesto a tolerar distracciones o desórdenes en el castillo.

Caminó hacia ella, sus pasos resonando con autoridad. Stella, absorta en su dibujo, no se dio cuenta de su presencia hasta que una sombra se proyectó sobre su cuaderno.

"Oye, ¿qué crees que estás haciendo aquí?" gruñó Chion con un tono afilado que denotaba irritación. "Este jardín no es un lugar para cualquiera. Vete antes de que te vean, plebeya."

Stella alzó la vista, parpadeando varias veces antes de sonreír. Esa sonrisa, tan brillante como el sol que bañaba el jardín, fue lo primero que desarmó a Chion. Le resultó desconcertante que alguien pudiera responder con tanta amabilidad a una actitud tan hosca.

"¡Hola!" exclamó Stella con alegría, como si su malhumorado interlocutor no acabara de hablarle con dureza. "Soy Stella, mucho gusto. ¡Estaba dibujando! Las flores aquí son tan bonitas."

Chion no supo cómo reaccionar al instante. Su ceño se frunció más aún. ¿Qué clase de niña respondía así? Era inusual, y esa inocencia le molestaba de alguna manera. Sintió una oleada de calor subirle por la nuca, pero se obligó a ignorarla.

"No pregunté quién eres" contestó secamente, cruzando los brazos sobre el pecho. "Y no me importa. No deberías estar aquí, punto."

La pequeña rubia inclinó la cabeza, con una expresión entre confundida y curiosa.

"Oh... ¿te molesto? Lo siento, no fue mi intención. Si quieres, me puedo mover a otro lugar" dijo con una dulzura tan genuina que Chion sintió un nudo en el estómago, como si algo dentro de él estuviera mal.

Él la observó unos segundos más, sus ojos recorriendo los dibujos esparcidos a su alrededor. Estaban llenos de colores brillantes y flores dibujadas con entusiasmo. El contraste entre su propio mundo, lleno de órdenes, deberes y un profundo sentido de superioridad, y el mundo sencillo y alegre que parecía rodear a Stella, lo sacudió.

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⏰ Última actualización: Oct 16 ⏰

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Daylight ♡ Tristan LionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora