7. ¿Señorita Penelope?

431 54 16
                                    

Estaban en el carruaje abierto, miraban todo y Penelope sonreía feliz, el aire en su rostro bajó su sombrero claro, recordaba los regaño de su madre.

- Eso de ahí, es una cosecha de legumbres. Hemos decidido que la mitad será donada a la caridad. - Dijo Simon.

- Tenemos que ser agradecidos. - Dijo Daphne y le dió un beso a su esposo. Penelope observaba hasta el más mínimo detalle.

- ¿Como va la construcción de la nueva granja? - Pregunto Danbury.

- Va bien, muchos animales serán acomodados ahí, y es muy probable que se haga otro establo. - Con esas platica llegaron a un edificio antiguo, al cual pudieron entrar y admirar unas obras hechas a piedra.

- ¿Por qué las tienen aquí?

- Mi madre las mandó a elaborar, hace mucho, esa - Simon apunto con su dedo índice una escultura. - la elaboró ella, - Penelope se acercó y la miró a detalle.

- Es hermosa lord Simon. - El le sonrió. - Su madre era una ¿artista?

- No, pero dice lady Danbury - Esta lo miró - que era uno de sus pasatiempos favoritos.

- Es agradable saber que existen otros pasatiempos para las mujeres aparte de bordar, tejer, leer y escribir. - Simon se rió.

- ¿Qué actividades le gusta realizar aparte de esas tres?

- No, - negó con la cabeza Penelope - así como la señorita Eloise, detesto tejer o bordar, por eso preferimos leer. Así podemos mantener una platica sobre el libro y llegar a nuestras conclusiones.

- Debaten sobre los libros.

- Asi es, es mejor que hablar sobre qué color le queda al petalo de la flor izquierda o qué el hilo de cierto color se acabe a medio bordado y ya no haya en la tienda de hilos. - Danbury se rió ante eso.

- Es verdad es mejor leer, un libro siempre tiene un inicio, un desarrollo y un final.

- ¡Exacto! - Dijo Penelope.

- ¿Que libro lees ahora?

- Mi madre me recomendó uno, pero aún no he tenido el tiempo suficiente para leerlo. - Después de mirar más esculturas y una habitación repleta de cuadros, salieron de aquel edificio y regresaron por otro lado del campo al castillo.

Disfrutaron de un delicioso almuerzo y Daphne llevo a Penelope a la biblioteca. La cual se quedó enamorada por todos los títulos que había en esta. No habían libros actuales, pero todos los temas eran interesantes.

- Adelante puedes elegir el que quieras y te lo puedes llevar a tu viaje. Estoy segura que te harán falta libros, aún les faltan un aproximado de cinco dias.

- ¡¿Cinco dias?! - Dijo Penelope y luego las dos rieron divertidas.

- Penelope. - Daphne miró a su invitada y se acerco a ella, la tomó de las manos y la miró a los ojos. - Debo decirte algo.

- Claro duquesa, ¿necesita usted algo? - Y le sonrió.

- No, no necesito nada, pero si decirte algo. - Penelope asintió. - Siempre creí que ibas a pertenecer a nuestra familia, - Penelope la miró sin entender. - la boda de mi hermano Colin fue muy repentina - Penelope soltó las manos de la duquesa. - déjame explicarte.

- Soy muy obvia, lo sé.

- Penelope, Colin te buscaba en cada baile.

- Porque lady Violet le pedía que me saque a bailar, y luego el señor Benedict me buscaba y me sacaba a bailar con el mismo pretexto y así las madres casamenteras y las señoritas desesperadas por casarse con un hombre guapo y de apellido reconocido podian detenerse.

Por los besos... que nunca te di.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora