Cactus

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El sonido de los huevos fritos hizo eco en el departamento de Sou. El aroma frito inundó sus fosas nasales, haciendo su estómago rugir. Al terminar de cocinarlo lo puso en su plato y comenzó a comerlo con tranquilidad. "¡El desayuno es la comida más importante del día!" fue lo que recordó decir a Schilly las veces que en el pasado se había quedado en su antiguo departamento, en aquellos momentos solo asentía, restándole importancia, pero ahora deseaba estar ahí otra vez, comiendo de los guisos de la chica.

Ahora solo estaba él, su departamento nuevo, los pocos muebles que quedaban, y la pequeña jardinera vacía en la cual se negaba a crecer algo. Se acercó a la jardinera, con el deseo de ver la enorme ciudad mientras terminaba de beber su café negro. El calorcito de la mañana golpeándole el rostro le hizo sentirse un poco reconfortado, animado, al menos hasta sentir un punzante dolor en su codo.

—¡Auch! —se quejó, alejando su brazo del umbral de la ventana.

Al mirar más de cerca pudo ver pequeñas espinas clavadas en su codo, espinas que provenían de una pequeña protuberancia verde que había nacido en su huerto inerte. Sou le miró con curiosidad, moviendo ligeramente su cabeza al cuestionarse de dónde demonios había salido la pequeña protuberancia esférica. De inmediato consultó en internet la especie.

—"Echinopsis" —dijo Sou, arqueando la ceja por el extraño nombre, le parecía extraño que aquel brote apareciera, juraba no haberlo visto antes. Sin embargo, no le prestó demasiada importancia, siendo más cuidadoso cuando se acercó a la ventana y terminando su café, momento en que se cambió el atuendo y fue en búsqueda de aquella chica.

Salió con su corazón latiendo a mil por hora, expectante, ansioso, intentando pensar qué decirle, cómo hablarle, qué le diría luego de haber desaparecido por seis años, había tanto que quería decirle, tanto que quería confesarle, y cuando la encontró saliendo de su nuevo trabajo, se quedó congelado, quieto, mirándola desde el otro lado de la acera. Sus piernas no respondieron hasta que se dio la vuelta y se fue, dos horas después de que Schilly se había ido.

Así pasaron cientos de intentos, tantos que Sou perdió la cuenta. Cada semana era un intento nuevo para hablarle, y una nueva frustración al no poder acercarse, romper ese muro invisible que le impedía decirle un simple "hola". Todo seguía igual, cada día era lo mismo, exceptuando por el cactus que había descubierto y que ya había crecido después de algunos meses. Fue en sus momentos de introspección que se dio cuenta de la planta una vez más. Pensó que moriría al poco rato, pero seguía ahí, creciendo a pesar de su evidente apatía.

Le dio curiosidad, ya había visto cactus antes en Paldea, pero no en Galar, a menos lo que recordaba. De inmediato investigó más sobre él, de su ciclo de vida, sus cuidados, el tipo de suelo que requería, investigó tan a fondo que por unos días el problema de Schilly desapareció de su mente, enfocado en cuidar del pequeño cactus que en realidad apenas y necesitaba de él. Compró una maceta, mejoró su tierra y agregó un poco de abono, y el cactus no parecía verse afectado por su cuidado. Cuando creció un poco más se cuestionó si había crecido más rápido o más lento. Era su proyecto personal. No era como crear armas, debía ser más delicado, y aun así su esfuerzo no parecía servir, al menos los siguientes meses donde finalmente retomó el buscar a Schilly, encontrándose de nuevo con la inescapable realidad de que era incapaz de acercarse a ella.

Bede no sabía mucho de relaciones, Hop también era ex-novio de Schilly y no estaba en la región, la única con la que pudo contar fue Marnie, la cual le encontró cuidando del cactus, esbozando una sonrisa al verlo verter un poco de agua.

—No sabía que te gustaban las plantas —dijo Marnie, entrando al departamento.

—Apareció de la nada, y parece que crecía mejor cuando estaba a solas —dijo Sou, dejando la planta—. Gracias por venir.

Depuración [Flufftober 2024 | DynaMeistershipping]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora