Disventure Camp Power AU
Años y años encerrados en un laboratorio de pruebas, solo por una simple diminuta cosa que los hacía diferentes a las demás personas. Nuestros protagonistas tenían una condición extraña, eran seres sobrenaturales nunca antes...
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Rosa María llegó a la cafetería del campamento, aún con sueño, y se dirigió hacia la barra para pedir su desayuno.
Mientras esperaba, se dejó caer en una silla y se cubrió la cara con las manos. —Estoy tan cansada... no sé si podré hacer la tercera prueba. — dijo con un suspiro.
Riya estaba sentada en una mesa cercana, tomando su desayuno en silencio. Se sorprendió al escuchar la voz de Rosa María, ya que nadie solía hablarle directamente.
La gente del campamento tenía miedo de acercarse a Riya, ya que su naturaleza de esfinge la hacía parecer controladora y misteriosa. Pero Rosa María no parecía tener miedo.
Riya se inclinó hacia adelante, intrigada. —¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan cansada?
Rosa María levantó la vista, sorprendida al ver a Riya hablando con ella. —Oh, solo que no dormí bien. Y la tercera prueba me tiene nerviosa.
Riya asintió con la cabeza. —Entiendo. La tercera prueba es difícil. Pero puedes hacerlo.
Rosa María sonrió débilmente. —Gracias... Riya.
Riya se sorprendió al escuchar su nombre. Nadie solía llamarla por su nombre, ya que la mayoría de la gente la evitaba.
—De nada... — dijo Riya, con una voz suave. —¿Quieres que te ayude a prepararte para la prueba?
Rosa María se sorprendió por la oferta. —¿De verdad? ¿Me ayudarías?
Riya asintió con la cabeza. —Sí. Podemos estudiar juntas y encontrar una estrategia.
La conversación entre Rosa María y Riya continuó, y por primera vez en mucho tiempo, Riya se sintió conectada con alguien.
Lake llegó a la cafetería, sonriendo mientras entraba en el ambiente cálido y acogedor. No estaba sola, ya que Tess caminaba junto a ella, tomada de la mano.
La conexión entre ellas era palpable, y Rosa María notó la mirada tierna que Lake le dirigía a Tess.
Riya, que había estado hablando con Rosa María, se sorprendió al ver la pareja. No era común ver a Tess tan relajada y feliz.
—Hola, chicas. — dijo Lake, mientras se acercaban a la barra para pedir su desayuno.
Tess sonrió, y su mirada se encontró con la de Lake. —Hola.
La química entre ellas era evidente, y Rosa María se rió. —Parece que alguien tiene una sonrisa especial hoy.
Riya se inclinó hacia adelante, intrigada. —Sí, Lake y Tess parecen muy unidas.
Lake se ruborizó ligeramente, pero no soltó la mano de Tess. —Simplemente estamos disfrutando del día.
Tess se rió, y su voz era música para los oídos de Lake. —Sí, y de la compañía.
