Disventure Camp Power AU
Años y años encerrados en un laboratorio de pruebas, solo por una simple diminuta cosa que los hacía diferentes a las demás personas. Nuestros protagonistas tenían una condición extraña, eran seres sobrenaturales nunca antes...
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Rosa María se despertó con un estirón y se sentó en la litera de arriba, frotándose los ojos.
Se levantó y se estiró de nuevo, bajando la escalera para llegar a la litera de abajo donde dormía Lake.
—Pero... ¿dónde está Lake? — se preguntó Rosa María, mirando alrededor de la habitación.
La litera de Lake estaba vacía y deshecha, como si se hubiera levantado apresuradamente. Rosa María se sintió confundida y un poco preocupada.
—¿Se habrá ido a buscar algo? — se preguntó.
Rosa María se acercó a la puerta de la habitación y la abrió, mirando hacia el pasillo. No había señales de Lake.
—¿Y los demás? — se preguntó.
Rosa María se dirigió hacia las habitaciones de Aiden, Jake y Tom, pero todas estaban vacías.
—¿Qué está pasando? — se preguntó Rosa María, empezando a sentirse ansiosa.
No sabía que Lake y los demás habían partido hacia el bosque la noche anterior, decididos a descubrir sus secretos.
Rosa María estaba a punto de salir de la habitación cuando Tess apareció en la puerta, su rostro serio y reservado como siempre.
—Rosa María. — dijo Tess con voz baja y firme. —¿Sabes dónde está Lake?
Rosa María se sorprendió por la pregunta y se detuvo. —No, no sé. — le respondió. —Me desperté y no estaba en su litera. Pensé que quizás había ido a buscar algo, pero no sé.
Tess frunció el ceño, su expresión aún más seria. —Yo tampoco sé dónde está... — dijo. —Pero necesito hablar con ella. Es importante.
Rosa María se sintió intrigada por la urgencia en la voz de Tess. —¿Qué pasa? — preguntó. —¿Es algo malo?
Tess negó con la cabeza. —No puedo decirlo ahora. — respondió. —Pero necesito encontrar a Lake lo antes posible.
Rosa María asintió, decidida a ayudar. —Voy a seguir buscando la.
Tess asintió, su rostro aún serio. —Hazlo. — dijo asintiendo con la cabeza. —Y si encuentras a Lake, dile que la busco.
Rosa María y Tess se acercaban al comedor cuando vieron a James caminando de un lado a otro en el pasillo, visiblemente alterado.
—James, ¿qué pasa? — preguntó Rosa María, acercándose a él.
James se detuvo y se volvió hacia ellas, su rostro tenso y preocupado.
—No sé dónde está Aiden. — dijo, su voz llena de ansiedad. —Lo busqué por todas partes, pero no está en ninguna parte.
Tess frunció el ceño. —¿Cuándo fue la última vez que lo viste? — le preguntó.