Por las calles abandonadas, donde solo deambulaban algunos zombies y no se veía ningún humano, un auto rosado recorría esas mismas calles, llamando la atención de las pocas personas que lo observaban con sorpresa desde las ventanas de sus casas.
Sin embargo, aunque estos curiosos humanos querían saber quién se atrevería a salir mientras los muertos vivientes rondaban las calles, no lograban ver nada. Las ventanas del auto estaban cubiertas por un vidrio polarizado unidireccional, que permitía ver el exterior, pero ocultaba por completo el interior.
Dentro del auto, la conductora mantenía una expresión tranquila, indiferente al caos que la rodeaba. Sus manos firmes en el volante y su mirada enfocada en el camino, como si los zombies no fueran más que una molestia pasajera. A su lado, en el asiento del copiloto, se encontraba una adolescente de cabello corto y negro; ambas vestían un uniforme escolar rosado.
La conductora era Lee Mingyun y la copilota era Xie Ju
La rubia había convencido a la pelinegra de ir a su casa, ya que era la que estaba más cerca de la escuela. Xie Ju aceptó acompañarla sin sugerir ir a la suya, pues no quería volver a su propia casa debido a la reciente muerte de su abuela. No soportaba la idea de regresar a un lugar lleno de recuerdos de ella.
El auto avanzaba sin prisa, aunque Lee Mingyun pisaba el acelerador con la calma de quien sabe que nadie en su sano juicio estaría en las calles para detenerlas. La radio estaba apagada, y dentro del vehículo solo se escuchaba el ronroneo del motor y el ocasional gruñido lejano de un zombi que cruzaban por el camino.
—¿Crees que quedará algo útil en tu casa? —preguntó Xie Ju, sin mucho entusiasmo, mientras miraba por la ventana polarizada. El paisaje caótico y desolado no lograba despertar ninguna emoción positiva en ella. Además, prefería no pensar demasiado en los zombis que deambulaban como si nada por la calle.
— Sí, recientemente hice algunas compras —respondió la rubia sin siquiera mirarla, con toda su atención puesta en conducir el auto. Luego agregó — Y no solo son alimentos como los que tomamos en el comedor; también compré varios artículos de aseo personal —
—¿Artículos de aseo personal? —repitió Xie Ju
—Sí, además, allí finalmente podremos bañarnos. Te puedo prestar ropa; estoy segura de que somos la misma talla —propuso Lee Mingyun, aún con la vista al frente—. Desde ayer no nos bañamos y, además, tenemos esa sangre asquerosa de zombis en nuestra ropa —
Xie Ju miró a su amiga, parpadeando varias veces. Se frotó los ojos con los puños, incrédula, mientras observaba el cuerpo de Lee Mingyun y luego el suyo, una y otra vez.
Sabía que su amiga no lo decía con malas intenciones o, probablemente, no era consciente de cuán diferentes eran sus cuerpos. A pesar de que probablemente tenían el mismo tamaño de pechos -pequeños-, Lee Mingyun era un poco más alta que ella.
La verdadera diferencia estaba en las caderas; la rubia había madurado más rápido que ella y tenía unas caderas grandes y pronunciadas, además de una cintura pequeña. Sin embargo, eso no la hacía parecer vulgar, sino bonita y delicada. Tal vez, si sus pechos se desarrollaban un poco más, incluso podría llegar a ser sexy.
En contraste, Xie Ju se sentía más plana que una tabla de planchar y, además, se consideraba enana. No, estaba segura de que era incluso más pequeña que una enana; sería mejor describirla como de la altura de una pitufa.
— No creo que me quede tu ropa Mingyun, pero aprecio tu amabilidad — finalmente respondió la pelinegra
— No creo que no te quede.... — dijo Lee Mingyun, sonriendo con confianza, solo para ser interrumpida.
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Survive A Zombie Apocalypse While Making A Harem
خيال (فانتازيا)Lee Mingyun es una joven atlética, gracias a que sus padres trabajaban en el ejército, la entrenaron desde muy joven Justo cuando acaba de entrar al ejército como sus padres siempre habían deseado, murió a causa de intoxicación. Fue una sorpresa cua...