Han pasado cuatro días. Lo que se suponía sería solo una breve visita para recoger suministros en casa se había convertido en un refugio temporal para ambas chicas. Pero, ¿por qué se habían quedado más tiempo del que inicialmente habían planeado?
La razón principal era que Lee Mingyun había decidido llevar a cabo su plan de disfrazarse de hombre para evitar llamar la atención. Además, las dos habían estado entrenando juntas: la rubia ayudaba a Xie Ju a fortalecer su resistencia y le enseñaba a disparar con las armas que tenían disponibles.
-¿Y cómo te sientes? -preguntó Lee Mingyun, quien estaba sentada en el sillón de la sala, mirando a Xie Ju, que acababa de salir vestida con un par de pantalones y una camisa de hombre que le quedaban algo anchos.
La pelinegra se miró a sí misma. La ropa del padre de su amiga le quedaba un poco suelta, pero no le resultaba incómoda. Además, ya la habían ajustado con la máquina de coser de la casa, ya que eran las únicas prendas de hombre disponibles. Las modificaron para adaptarlas a sus medidas.
-Está bien -respondió.
-¿Segura? - pregunto la rubia, al ver a Xie Ju moviéndose con incomodidad - Te noto algo incomoda con esa ropa -
- No es la ropa... - negó apresuradamente la pelinegra. - Pero, ¿es realmente necesario que use este vendaje? Digo, de todas formas tengo el pecho pequeño; igual no se notaría - comentó, señalando su pecho plano, ahora comprimido por el vendaje.
-Lo es... Ahora deberías ir a cambiarte la ropa antes de que te corte el cabello -aconsejó la rubia. No quería que se ensuciara la ropa que habían modificado, ya que solo contaban con unos pocos conjuntos de hombre debido al escaso tiempo que habían tenido.
Xie Ju asintió y se fue a cambiar. A los pocos minutos, regresó vistiendo la ropa de Lee Mingyun.
- Bien, date la vuelta para que te corte - ordenó Lee Mingyun, tomando unas tijeras y un peine de la mesa.
-¿Sabes siquiera cortar el cabello de hombres? -preguntó Xie Ju dudosa, sentando en un silla
- Daré lo mejor de mi para que no parezcas un desastre - dijo la rubia mientras jugueteaba con las tijeras entre los dedos- Vamos, confía en mí. No será un corte profesional, pero tampoco quiero dejarte irreconocible -
Xie Ju suspiró, resignada, y se sentó de espaldas a ella.
-Solo... ten cuidado, ¿sí? -pidió, nerviosa.
Lee Mingyun comenzó a trabajar en el cabello de su amiga con delicadeza, esforzándose por mantener un corte sencillo y corto que se viera masculino sin llamar demasiado la atención. Mientras las tijeras hacían su trabajo, Xie Ju permaneció en silencio, aunque de vez en cuando lanzaba una mirada de reojo para asegurarse de que no estuviera haciendo algo drástico.
-Listo -anunció finalmente Lee Mingyun, dando un paso atrás para admirar su obra-. Te ves... diferente, pero en el buen sentido -
Xie Ju levantó rápidamente un espejo que estaba cerca y vio su nuevo corte de cabello. Como había anticipado Lee Mingyun, el corte no era profesional; había partes desiguales, pero al menos no era un desastre total.
-Es pasable -comentó, aceptando su nuevo look-. Pero es algo injusto que solo yo tenga que sacrificarme...
Lee Mingyun la interrumpió antes de que pudiera continuar.
-Y sabes por qué no puedo -dijo con firmeza.
La pelinegra suspiró, rendida. Sabía perfectamente la razón por la que su amiga no podía disfrazarse de hombre. Su mirada se dirigió hacia las caderas de Lee Mingyun; ese era el problema. No es que la rubia no quisiera vestirse de hombre; de hecho, había sido su propia idea. Sin embargo, su figura era bastante evidente, y sus caderas pronunciadas hacían que fuera difícil pasar desapercibida.
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Survive a zombie apocalypse while making a harem
FantasyLee Mingyun es una joven atlética, gracias a que sus padres trabajaban en el ejército, la entrenaron desde muy joven Justo cuando acaba de entrar al ejército como sus padres siempre habían deseado, murió a causa de intoxicación. Fue una sorpresa cua...