El refugio se encontraba en un inquietante silencio cuando Jesse y Tommy llegaron a la entrada, visiblemente agotados tras los enfrentamientos recientes. Al cruzar las puertas, fueron recibidos por las miradas ansiosas de la comunidad, que ya había notado su agitación. Algunos habían comenzado a murmurar, preguntándose qué había sucedido.
- ¿Qué pasó? - preguntó Marilyn, la líder del grupo, con voz firme.
El pelinegro tomó aire antesde hablar. Sabía que lo que iba a decir no sería fácil de digerir para los demás.
-Nos encontramos con un grupo. -comenzó - Hostiles. Los enfrentamos, pero uno de ellos nos siguió... y antes de que pudiéramos deshacernos de él, nos dijo algo. Dijo que no estaban solos, que más gente viene en camino. Nos van a buscar.-
El pánico no tardó en propagarse como un fuego incontrolable. Algunos comenzaron a levantar la voz, otros intercambiaban miradas llenas de miedo. Un murmullo se apoderó del grupo hasta que alguien gritó dede el fondo.
-¡Nos han puesto en peligro! ¡Nos van a matar a todos!-
Jesse sintió una oleada de culpabilidad, pero no podía dejar que el caos se apoderara de la situación. Dio un paso adelante, intentando mantener la calma.
-No lo sabíamos -respondio, elevando la voz para hacerse escuchar - No fue nuestra intención, pero ahora, despues de todo esto tenemos que prepararnos.-
-¿Prepararnos para qué? -interrumpió Sarah, con el rostro lleno de angusia, esta vez no habia una sonrisa cómo de costumbre - ¡Podríamos estar muertos antes de que lo sepamos!-
