La Magia De Estar Contigo (ObaMitsu)

🩷🌺Trece🐍🖤

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Pronto, el mesero regresa con los postres y las bebidas. Un hermoso pastel de cereza con una delicada capa de crema y cerezas brillantes se coloca frente a Mitsuri, mientras que Obanai recibe el mismo pedido.

—¡Se ve delicioso! —exclama Mitsuri con entusiasmo, tomando su tenedor rápidamente y prueba un trozo esponjoso—. ¡Mmm! Está tan suave y dulce como lo recordaba, ¡me encanta este lugar!

Obanai observa su alegría con una leve sonrisa oculta tras el cubrebocas. Ella tiene un brillo en los ojos que lo atrapa completamente. Cada segundo que pasa le hace anhelarla mucho más.

Entonces decide probar su propio pastel, levantando el cubrebocas justo lo suficiente para llevarse el tenedor a la boca.

—¿Y qué te parece? —pregunta ella, inclinándose ligeramente hacia adelante, ansiosa por escuchar su opinión.

Él mastica, traga y se detiene a pensarlo un momento. Para después darle una respuesta sincera:

—Es... muy bueno. La textura es agradable, y el dulzor está en su punto justo. Gracias por recomendármelo, Kanroji.

—¡Me alegra que te guste! —responde, llevándose otro trozo a la boca con una expresión de felicidad que parece contagiosa.

Sin embargo, Mitsuri no puede evitar notar un detalle. Cada vez que Obanai come, solo levanta el cubrebocas ligeramente, lo suficiente para que el tenedor pase. Su rostro permanece cubierto todo el tiempo.

Su curiosidad, siempre presente, comienza a surgir, y finalmente no puede resistir más.

—Oye, Iguro... —dice con cautela, bajando un poco la voz para que su tono suene amable y sin intención de incomodarlo—. Me da curiosidad... ¿Por qué no te quitas el cubrebocas? ¿No estás bien de salud?

El corazón de Obanai se acelera de inmediato y sus piernas tiemblan un poco. Su mente se llena de pensamientos caóticos, intentando encontrar una buena respuesta.

"Dile algo casual, cualquier excusa... ¡Tal vez un resfriado o una gripe!", se dice mentalmente, luchando con su ansiedad.

Levanta la mirada hacia ella, y los ojos verdes de Mitsuri lo miran con una mezcla de inocencia y genuina curiosidad. Esa mirada amable y comprensiva desarma cualquier intento de evasión.

—Es... complicado —murmura al final, su voz baja y algo tímida—. No me siento cómodo mostrando mi rostro, por eso siempre llevo esto.

Esos ojos verdes como esmeraldas lo hicieron incapaz de mentir.

Mitsuri parpadea, algo sorprendida, pero su expresión se suaviza rápidamente. —Oh... entiendo. Está bien, no tienes que explicarlo si no quieres —dice con una cálida sonrisa.

Baja la mirada hacia su postre, deteniéndose a pensar por un segundo. Después vuelve a mirarlo a los ojos y agrega con empatía:

—De verdad lo entiendo, todos tenemos algo que nos hace sentir inseguros. No te preocupes, Iguro.

Obanai siente cómo la ansiedad en su interior se aligera un poco ante la gentileza de sus palabras. "En serio eres una buena persona...", se dice en su mente con alegría y las mejillas un poco sonrojadas.