𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 28

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Todos en la comisaría observaban con mucho detalle al omega, en especial por ese color de cabello tan llamativo que tenía

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Todos en la comisaría observaban con mucho detalle al omega, en especial por ese color de cabello tan llamativo que tenía. Murmuraban algunas cosas y eso solo hacía sentir incómodo a Ni-ki, quien hasta el momento estaba sentado junto a Sunno.

El tiempo pasaba demasiado lento.
Extrañaba mucho a sus padres y estos parecían no llegar, solo le quedaba ver avanzar a las manecillas del reloj que tenía enfrente. Todo parecía ir tan lento y él solo quería llegar a su casa lo más rápido posible.

Unos murmullos y gritos lo alertaron y giró con rapidez hacia la puerta donde su padre estaba gritando su nombre. Se levantó del asiento con los ojos ya llorosos y no tardó en correr hacia los brazos de él, se sentía como cuando era un cachorro de 5 años y unos niños en el jardín lo habían insultado por su aroma, ese día había corrido a su padre en cuanto lo vio llegar; justo como ahora.

- ¡Mi pequeño angelito! - Félix lo abrazó con mucha fuerza, tratando de contener las lágrimas pero ya era muy tarde. Ambos estaban llorando.

A ese abrazo se le sumaron otras dos personas mas: su madre y su hermano. Ya se sentía en casa.

- ¿Y Jungwon? - Preguntó cuando cayó en cuenta que su hermano no estaba ahí.

- Dijo que tenía una llamada importante que hacer, pero ahora viene. - Eunchae fue el que le respondió y los cuatro siguieron abrazados.

- Señora y señor Nishimura, un placer tenerlos por aquí. - Una de las oficiales que estaban ahí se acercó a saludar.- Le dijimos que encontraríamos a su hijo y aquí está, sano y salvo.

- Oficial, ¿mi padre tardará mucho en desocuparse? Tengo hambre y estar aquí me aburre mucho. - Sunno caminó hasta el escritorio de la oficial y le robó un paquete de galletas que tenía ahí.

- No te preocupes, Sunshine, vamos a cenar y claro que estás invitado. Sin ti, nuestro hijo tal vez se hubiera sentido muy asustado. - La señora Nishimura le sonrió. Siempre tan amable.

- Muchas gracias, pero no quiero ser una molestia, es su reencuentro y yo no tengo nada que hacer ahí. - Sunno hizo una reverencia y siguió comiéndose las galletas.

La familia Nishimura se separó de ese abrazo, todos llorando por volver a estar unidos, aunque Ni-ki aún estaba esperando a que su hermano apareciera hasta que la vio correr hacia él, lo segundo que sintió fue un fuerte golpe al caer al piso y el peso de su hermano.

- Estúpido, ¿cómo se te ocurre ser tan inocente? eres un tonto. No volveras a salir solo a la calle, te seguiré a todos lados. - Amenazaba su hermano sin soltarlo, sentía que le faltaba el aire por la fuerza que estaba usando al abrazarlo.

- Está bien, Jungwon, estoy aquí y es lo que importa. - Trataba de controlarla y hacer que lo soltara. Ya le estaba costando respirar.

- Wonie, suelta a tu hermano, lo estás asfixiando. - Soyeon caminó hasta sus dos hijos y levantó a su hijo para que soltara al omega.

𝑶𝒍𝒐𝒓 𝒂 𝒎𝒂𝒓𝒊𝒉𝒖𝒂𝒏𝒂 (𝑯𝒐𝒐𝒏𝒌𝒊) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora