𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 20

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Ni-ki jugaba con sus pequeños dedos debido a los nervios que tenía y por pequeños momentos veía al alfa que tenía a su lado

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Ni-ki jugaba con sus pequeños dedos debido a los nervios que tenía y por pequeños momentos veía al alfa que tenía a su lado.

Sunghoon veía el cielo estrellado para evitar ver al omega y hacer algo de lo cuál pudiera reclamarle. No estaba ebrio porque en ningún momento bebió pero por obvias razones su lobo estaba demasiado tranquilo y relajado debido al aroma de Ni-ki.

El alfa no quería hablar porque tenía miedo de decir algo que pudiera poner aún más incomodo el momento. El viento les pegaba en la cara a ambos y eso provocaba que sus olores fueran percibidos con más claridad.

- Hace mucho frío, ¿no crees? - El omega fue el primero en hablar.

El alfa se quitó su chamarra colocándola sobre los hombros ajenos aunque sabía que se moriría de frío después.

- Gracias. - Susurró Ni-ki muy bajo.

Sunghoon asintió tosiendo y nuevamente vio hacia el cielo pero unas gotitas frías de agua tocaron su pálida piel haciendo que arrugara el ceño. Apretó los labios para no quejarse del frío que estaba sintiendo de pronto, toda aquella llama que incendiaba su cuerpo se iba apagando poco a poco.

Hace frío, no podemos morir congelados aquí, humano idiota. El lobo de Sunghoon estaba haciendo presencia pero no se podía permitir ser débil porque aún tenía una imagen que mantener.

- Lo mejor será que entremos. Mis padres dicen que se soltó una tormenta y no llegarán hoy, buscarán un hotel donde quedarse y ya está comenzando a llover.

Ni-ki guardó su celular luego de comentar aquello y rebuscó entre su pequeña bolsita
la llave de su casa para entrar y resguardarse de la lluvia.

Mentiría si dijera que no tenía miedo de estar en un lugar encerrado con Sunghoon porque ambos estaban en celo y aunque aún podía soportar un poco antes de que su propio lobo tomara control sobre sí, temía por lanzarse sobre él y restregarse para marcarlo con su olor, así ningún omega se le acercaría al alfa.

Se maldijo de solo pensar eso y mejor se apresuró en abrir la puerta. Cuando lo logró, el alfa se quedó parado en la puerta empapándose a causa de la lluvia.

- Entra, vas a enfermarte si sigues ahí fuera.
- El omega se hizo a un lado para que el alfa pudiera pasar pero solo escuchó una risa dolida.

Sunghoon mordió su propio labio soltando un suspiro después. - Lo mejor será que me vaya a casa, estarás seguro aquí si no le abres a nadie y cierras todas las puertas.

- No puedo dejarte ir así con esta lluvia, no soy una mala persona. - Le respondió el menor.

- No sería la primera vez que camino bajo la lluvia a causa tuya, descuida. - El alfa hizo una reverencia pero antes de que se apartara, la fría mano del omega lo tenía tomado del brazo.

- Quiero que te quedes aquí conmigo, me da miedo estar solo. - Las mejillas de Ni-ki se volvieron rojizas de solo decir aquello.

Los lobos de ambos estaban brincando de emoción porque querían estar juntos pero para ellos, sus humanos eran muy torpes y solo los separaban más.

𝑶𝒍𝒐𝒓 𝒂 𝒎𝒂𝒓𝒊𝒉𝒖𝒂𝒏𝒂 (𝑯𝒐𝒐𝒏𝒌𝒊) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora