𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 24

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Ni-ki volteaba de un lado a otro caminando

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Ni-ki volteaba de un lado a otro caminando. Sus manos temblaban con nerviosismo y Heeseung no ayudaba porque solo estaba sentado cruzado de brazos, desaprobado lo que pensaba hacer.

- Nishimura, mejor piensa las cosas. - Hee solía llamarlo por su apellido cuando se enojaba y aunque eso le hacía gracia, no se reiría.

- Tengo que decirle al novio de Sunghoon lo que pasó, no se me hace justo. - El omega se sentó a un lado de su amigo y suspiró derrotado.

- Yo creo que lo mejor sería dejarlo así y evites a Sunghoon a toda costa, además, lo más importante ahora aquí es saber quién era ese chico de hace un rato. - El alfa pensó un poco sobre quién podría ser esa persona pero no le recordaba a nadie.

- ¿Será algún adicto? - Ni-ki se puso un poco nervioso y empezó a caminar más rápido. No quería ser perseguido nuevamente.

- Deberías usar nuevamente los supresores, hay mucha gente mala allá fuera que te puede hacer daño por tu aroma. - Heeseung se veía preocupado y Ni-ki lo comprendió
un poco.

En una ocasión, cuando era pequeño intentaron llevárselo a la fuerza. Agradecía que en ese momento el padre de Heeseung pasara por ahí y lo rescató de un trágico final.

- Ya no me gusta ocultar mi olor. - Mencionó el omega con un tono de tristeza aunque extrañaba tener el aroma de Sunghoon encima suyo cubriendo su aroma.

- Bueno, yo creo que no deberías de decirle nada a ese chico, seguramente lo ama mucho y algo así podría causarle daño. - El alfa intentaba convencer a su amigo de que no hiciera aquello.

- Si yo tuviera pareja y fuera por ahí acostándose con alguien más, me gustaría que me lo dijeran aún si me lastima o no. -
Ni-ki revolvió su propio cabello con frustración.

Lo mejor era contarle todo a ese chico, alejarse de Sunghoon y encontrar a algún alfa que pudiera amarlo sin importar su olor.

Eso parecía ser lo moralmente correcto, sí.
El único problema era que no quería olvidarse de Sunghoon porque le gustaba y extrañaba tenerle pegado a él.

- ¿No creen que debimos haber anotado lo que nos pidió el profesor? - Jeongin observaba a sus amigos, estos intentaban recordar todo el material que les había encargado su profesor

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- ¿No creen que debimos haber anotado lo que nos pidió el profesor? - Jeongin observaba a sus amigos, estos intentaban recordar todo el material que les había encargado su profesor.

- Cómo no se nos ocurrió antes. Eres muy inteligente, Jeongin. - Le gruñó Han viéndolo como si quisiera asesinarlo.- Pero alguien dijo que tenía buena memoria y no se le olvidaba nada.

Todos giraron a ver a Sunghoon pero él estaba metiendo a la canasta todos los caramelos que veía. Ni siquiera estaba al tanto que sus amigos querían cometer asesinato ahí mismo.

- ¿Sabían que el agua tiene sabor? - Les preguntó luego de haber agarrado una botella de agua. Se sorprendió al verse rodeado de sus amigos.- ¿Qué pasó?

- ¿Qué pasó? Confiamos en ti, eso pasó. - Chanbing pataleó siendo abrazado por su novio antes de que rompiera algo.

- Hoonie, sabes que te apreciamos mucho pero no cooperas nada para evitar que te odiemos. - Esta vez fue el turno de Miyeon para hablar. - Solo tenías que hacer una cosa, no te pedimos más. - El profesor Choi habla muy rápido y eso es mucho para una pobre alma que apenas y puede entender el coreano. - El alfa fue hasta la caja para pagar todas las golosinas que había comprado siendo seguido por sus amigos.

Sin planearlo, los 5 terminaron sentados en las bancas del parque mientras cada uno se comía un helado. Ya se habían dado por vencidos en intentar recordar lo que debían comprar y lo mejor era disfrutar del día porque al día siguiente lo más seguro era que les pusieran 0 a todos en la práctica.

Chanbing tenía su espalda contra el pecho de Han recibiendo caricias en su cabello.

Sunghoon había terminado por escurrirse en la banca y ahora se encontraba casi en el suelo al igual que Miyeon.

Jeongin estaba peleando con unos niños por quien se subiría al columpio.

Un tono de llamada sonó en el lugar y todos dirigieron la mirada hacia el dueño de aquel teléfono.

- Sunghoon, te hablan. - Murmuró Miyeon señalándole la mochila de donde provenía el ruido.

- Sí. - El alfa suspiró y terminó por acostarse sobre el pasto cerrando los ojos.

- Tu celular está sonando. - Esta vez fue
Han el que habló para que su amigo hiciera caso.

- Lo sé, yo también lo estoy escuchando. - Sunghoon seguiría con su flojera si no fuera porque Jeongin casi le estrella el celular contra la cara.

- Puede ser alguien importante. - Le regañó
su amigo.

Resignado a que no lo dejarían en paz hasta que respondiera, tomó la llamada respondiendo con un simple "¿qué quieres?", la voz del otro lado del teléfono se sintió incómoda por su contestar y lo hizo saber con el chasquido que hizo.

"Soy el papá de Ni-ki, ¿mi hijo está contigo?". Aunque el alfa tuviera un problema con reaccionar siempre tarde a lo que acontecía a su alrededor, no le tomó ni 5 segundos sentarse rápidamente como si el señor Nishimura lo estuviera viendo.

- No, Ni-ki no está conmigo. - Avisó recibiendo miradas curiosas por parte de sus amigos.

"Salió desde hace un rato y aún no llega a casa, ni siquiera contesta el celular. No avisó a dónde iría y pensé que tal vez se había escapado contigo, ¿estás seguro que no está ahí? No me voy a enojar si están juntos".

- No, señor, su hijo no está conmigo pero si me encuentro con él le aviso. - A este punto el alfa ya se había levantado y tomado su mochila para irse del parque.

"Muchas gracias, Sunghoon". Eso fue lo último que escuchó porque colgó la llamada guardando su celular en su bolsillo.

- Me tengo que ir, Ni-ki salió desde hace rato y sus padres no saben dónde podría estar. - Les hizo una pequeña reverencia pero antes de irse su mano fue tomada por Chanbing quien negó suave con la cabeza.

- No irás solo, te ayudaremos a buscarlo. - El otro alfa le sonrió y entonces planearon separarse para encontrar al omega de cabellos rojizos.

Solo espero que no te haya pasado nada malo, omega. Su lobo interno bajó las orejitas con un poco de tristeza al imaginar que tal vez algo malo le podía haber pasado a ese hermoso omega.

 Su lobo interno bajó las orejitas con un poco de tristeza al imaginar que tal vez algo malo le podía haber pasado a ese hermoso omega

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𝑶𝒍𝒐𝒓 𝒂 𝒎𝒂𝒓𝒊𝒉𝒖𝒂𝒏𝒂 (𝑯𝒐𝒐𝒏𝒌𝒊) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora