7. Nothing that interests you

90 8 1
                                    


Nada que te interese

El tiempo parecía irse volando con el viento en Poniente, llevándose consigo buenos y malos momentos. Habían pasado tantas cosas en la vida de las hermanas Targaryen, cosas buenas y cosas no tan buenas, pero trataban de mantenerse juntas a pesar de las adversidades.

Hoy Desembarco del Rey celebraba el cuarto aniversario del matrimonio del rey Viserys I Targaryen con su segunda esposa, quién resultó ser Alicent Hightower, la hija de Otto Hightower, la Mano del rey, se habían casado un par de lunas luego de que Daemon obsequiara la espada a su sobrina Visenya.

Para Rhaenyra fue como una punzada de traición y rabia inundó su pecho, su mejor amiga se iba a casar con su padre, su rabia fue tanta que no le dirigió la palabra a Alicent y a su padre en muchos días, y cuándo por fin habló con Alicent fue para decirle lo decepcionada que sentía de haber confiado en ella, cortando así su amistad.

<< - Nyra, por favor entiende... Yo- una angustiada Alicent trataba de disculparse con su mejor amiga quién la miraba de forma severa.

- ¡No te atrevas a llamarme de ese modo! ¿¡Te casaras con mi padre Alicent!? - gritó furiosa Rhaenyra empujando por los hombros a Alicent haciéndola tambalea.

-¡Si, pero no por qué quiera! - gritó Alicent con los ojos criatalinos avisando de las lágrimas que estaban próximas a salir.

- ¿! Entonces por qué Alicent!? ¡Responde! - exigió Rhaenyra viendo fijamente a Alicent.

- Hermana, tranquilizate por favor... - dijo su hermana menor Visenya detrás de ella, quién se había mantenido en silencio desde que Alicent irrumpio en la habitación de su hermana para hablar.

- ¡No Visenya! ¡Qué nos explique por que ahora se quiere casar con nuestro padre! - vio a su hermana por sobre su hombro y dirijo su fugaz mirada a Alicent.

Alicent había decidido hablar con Rhaneyra no soportaba qué su única amiga la dejará solo por que ella estaba siendo la marioneta de su padre, le quería explicar eso, pero sabía que también tenía culpa sobre sus actos, y no podía con su conciencia hostigandola día y noche. Después de todo había sido su idea la ir de noche al cuarto del rey.

- Yo... Yo... - Alicent no encontraba las palabras para hablar, sabía que si les contaba, ellas hablarían con su padre, y probablemente su padre terminaría en el calabozo o peor aun... muerto.

- Creí que de verdad nuestra amistad era valiosa para ti - dijo una dolida Rhaenyra.

- Y lo es, solo que... Es complicado - lloró la joven de cabellos rojizos al no poder sincerarse con la princesa.

Visenya suspiró, sabiendo que esas dos no podrían arreglar las cosas pronto :- Deberías irte- dijo viéndola con seriedad y decepción.

Incluso Visenya le había tomado cariño a Alicent, no tanto cómo su hermana pero el suficiente cómo para no querer verla durante un tiempo. Aunque Visenya era la menor de las tres, tomó el papel de mediadora para que las cosas no se salieran de control ese día.

- Esta bien, espero puedan perdonarme un día - dio la vuelta y se marchó sin decir nada más. >>

Muchas cosas pasaron luego de eso, confrontaron a su padre de manera severa, pero el les explicó, que solamente lo hacía por mantener relaciones con la gente de Antigua, qué el lugar de su madre nadie lo tomaría ni lo reemplazaría, las princesas aunque insatisfechas porque el matrimonio seguía en pie, se limitaron a aceptar la decisión de su padre.

Y a los pocos meses de su matrimonio Alicent quedó en cinta del rey, cuyo embarazo resultó ser un varón, un niño saludable, al que llamaron Aegon, nombre que según su abuelo materno Otto era digno de un rey.

The Tower and The Dragon | hotdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora