El Susurro de la Tentación - Parte 2: La Huida

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La noche se había tornado densa y oscura, y la joven lectora sintió un nudo en el estómago mientras caminaba por las calles desiertas de Toontown. Las palabras de Jessica aún resonaban en su mente, y la obsesión que había comenzado como un sueño se estaba convirtiendo en una pesadilla. La presión de la relación la había hecho sentir atrapada, como si cada paso que daba la acercara más a un destino que no deseaba.


Decidida a recuperar su libertad, la lectora decidió que esa noche sería la última. La luz de la luna guiaba su camino mientras se dirigía hacia la salida de Toontown. Pero, mientras cruzaba una esquina, la figura de Jessica apareció ante ella, como una sombra que se materializaba de la nada."¿Dónde crees que vas?" preguntó Jessica, su voz suave pero cargada de una furia contenida.La joven sintió el corazón latir con fuerza. "Necesito aire, necesito espacio," respondió, intentando mantener la calma."¿Espacio? ¿De mí?" La mirada de Jessica era intensa, casi hipnótica. "No puedes dejarme. Eres mía. Lo sabes, ¿verdad?"


La lectora intentó rodearla, pero Jessica se interpuso, bloqueando su camino. "No me hagas esto," suplicó, el miedo y la determinación en su voz. "No puedo seguir así."Jessica, con una mezcla de ira y desesperación, dio un paso adelante. "¿Acaso piensas que puedes huir de mí? ¿De lo que hemos creado juntas? Eso es algo que no puedo permitir."La joven sintió cómo la presión aumentaba. "No es justo. No puedo ser tu posesión, Jessica," dijo, sus ojos llenos de lágrimas. "Quiero ser libre."


En un instante, el aire se volvió frío. Jessica la tomó del brazo con una fuerza inesperada, acercándola a ella. "¿Libre? ¿Crees que te dejaré ir tan fácilmente?" murmuró, su voz ahora un susurro amenazante. "No puedes romper lo que hemos construido."


La lectora luchó por liberarse, pero la fuerza de Jessica era abrumadora. En ese momento, se dio cuenta de que la relación había cruzado una línea peligrosa, y su corazón se llenó de terror. "¡Suéltame!" gritó, pero su voz se ahogó en la noche.


Jessica, sintiendo la resistencia de su amiga, la miró con una mezcla de deseo y rabia. "Si quieres ser libre, entonces tendrás que aprender lo que significa ser mía," dijo, una sonrisa fría en sus labios. Sin previo aviso, Jessica la llevó a un oscuro callejón, lejos de las miradas curiosas. "Te lo advertí," continuó, su tono firme. "No puedo permitir que te alejes de mí."La lectora, ahora sintiendo una mezcla de miedo y desafío, se mantuvo erguida. "No me puedes obligar a quedarme. El amor no se basa en la posesión."Jessica se acercó aún más, su mirada ardiendo con una intensidad peligrosa. "¿Quieres que te muestre qué significa ser mía?" La joven sintió escalofríos al escuchar esas palabras.Con un movimiento rápido, Jessica la empujó contra la pared del callejón, acercándose a su rostro. "Te he dado todo de mí, y tú piensas que puedes simplemente irte. Eso es algo que no puedo permitir."La lectora se encontró atrapada entre la pared y la mirada penetrante de Jessica. "Por favor, Jessica, no tienes que hacerlo así..." comenzó, pero su voz se apagó cuando sintió la presión de la situación.Jessica, en un arranque de posesión, la miró con una mezcla de amor y locura. "Si te alejas de mí, habrá consecuencias. Solo quiero protegerte, pero no puedo hacerlo si te escapas."Con un giro inesperado, Jessica la tomó de la muñeca, uniendo sus cuerpos con una fuerza que la joven nunca había imaginado. "Tienes que entender, eres mi única razón de ser. No puedo perderte."


La tensión en el aire era palpable, y la lectora sintió una punzada de dolor en su pecho. "No quiero ser tu razón. Quiero ser yo misma," dijo, su voz temblando.Jessica sonrió, pero su sonrisa era fría. "Entonces tendrás que aprender a lo que me has llevado," respondió, dejando entrever un destello de advertencia en sus ojos.


El tiempo se detuvo mientras las emociones chocaban entre ellas. Jessica, sintiéndose más posesiva que nunca, se acercó aún más. "Esta vez, lo haré a mi manera. No te dejaré ir."La lectora sintió una mezcla de desesperación y desafío. "No me puedes encadenar, Jessica. Yo soy más que un simple objeto de deseo.""Veremos si lo eres," murmuró Jessica, su voz transformándose en un eco de promesas y amenazas.El conflicto entre el amor y la locura se intensificaba, y la joven se dio cuenta de que escapar de Jessica Rabbit no sería fácil. Pero, aunque el miedo la invadía, había una chispa de determinación en su corazón.Esa noche, bajo el brillo de la luna, la lucha por la libertad y el amor había comenzado. ¿Podría la joven lectora encontrar su camino de regreso a sí misma, o se convertiría en la prisionera de la obsesión de Jessica?

Yandere one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora