En un mundo donde el amor puede convertirse en una maldición, Ryuko y Momo luchan por el corazón de la lectora. Ambas están dispuestas a todo para liberarla de su destino oscuro y mantenerla a su lado. ---
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La noche caía sobre la ciudad, y la luna llena iluminaba el jardín de la academia. La lectora se encontraba sentada en una banca, sumida en sus pensamientos. Desde hace tiempo, había sentido el peso de una maldición que la ataba: el amor que despertaba en quienes la rodeaban parecía convertirse en una carga.
Ryuko Tatsuma apareció como un rayo, su mirada ardiente como el fuego. —¿Por qué estás aquí sola? —preguntó, su voz llena de preocupación y un toque de possessividad.
—Solo necesitaba un momento para mí —respondió la lectora, tratando de ocultar su inquietud.Momo Yaoyorozu, más serena, se unió a ellas, trayendo consigo una sensación de calma. —No deberías estar sola. Lo que llevas dentro es pesado, y queremos ayudarte a liberarte.La lectora sintió un escalofrío. Sabía que el amor de ambas chicas era profundo, pero también sabía que cada relación había comenzado a convertirse en una carga.
—A veces siento que mi amor se convierte en una maldición para los demás —confesó, sus ojos llenos de tristeza.Ryuko se acercó, su expresión grave. —No dejes que esa idea te consuma. Quiero protegerte de quienes no entienden tu valor.Momo, sintiendo la tensión, se unió a la conversación. —Podemos romper la maldición. Juntas, podemos encontrar una manera de liberarte de este peso. La lectora miró a ambas, sintiendo el calor de su devoción, pero también la presión de sus expectativas. —¿Y si la única forma de hacerlo es alejándome de ustedes?Ryuko frunció el ceño. —No. No voy a permitir que te alejes. Si alguien tiene que sacrificarse, seré yo.
Momo, sin perder la compostura, le tomó la mano a la lectora. —No se trata de sacrificios. Se trata de encontrar la libertad. Te prometo que encontraremos una manera de que tu amor no se convierta en una carga.Mientras la luna brillaba, un sentimiento de determinación surgió entre ellas. La lectora se dio cuenta de que ambas chicas estaban dispuestas a luchar por ella, incluso si eso significaba enfrentar su propia oscuridad.—¿Cómo podemos romper esta maldición? —preguntó la lectora, con un destello de esperanza en sus ojos.Ryuko sonrió, su espíritu guerrero brillando. —Podemos enfrentarnos a cualquier cosa que se interponga en nuestro camino. Juntas, somos más fuertes.Momo asintió, una luz en su mirada. —Encontraremos un ritual, algo que nos permita liberar a tu corazón de esta carga. Pero primero, debes prometer que estarás con nosotras, que no dejarás que la maldición gane.
La lectora sintió el poder de sus palabras. En ese momento, comprendió que el amor no tenía por qué ser una maldición. Con las chicas a su lado, podía encontrar su camino hacia la libertad.—Lo prometo —dijo, sintiendo que la oscuridad comenzaba a disiparse.
Con esa promesa, las tres comenzaron su búsqueda de un ritual que liberaría a la lectora de su maldición. Pero en el fondo, sabían que el verdadero desafío no sería el ritual, sino enfrentar la complejidad de su amor y cómo mantenerlo vivo sin que se convirtiera en una carga.La luna seguía brillando, iluminando su camino, mientras la lectora se adentraba en un nuevo capítulo de su vida, rodeada de dos corazones dispuestos a luchar por ella.
